(Por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)
El entrenamiento aumenta la capacidad vital (máximo volumen de aire que intercambian los pulmones en un ciclo respiratorio) y ayuda materialmente a establecer la economía en los requerimientos de oxígeno. El deportista entrenado funciona sobre todo con el principio “paga al salir” como consecuencia de su aumento del volumen sistólico y la reducción en la frecuencia cardiaca.
Un aumento del poder contráctil de los músculos respiratorios, en especial del DIAFRAGMA, se traduce en una respiración más profunda, que hace posible que el deportista utilice una mayor capacidad pulmonar y aumente en consecuencia su economía en el consumo de oxígeno.
El individuo no entrenado intenta compensarlo aumentando la frecuencia respiratoria, llegando pronto a un estado de considerable deuda respiratoria, lo cual dificulta gravemente e incluso impide su actuación.
El entrenamiento de resistencia no solo mejora significativamente el consumo máximo de oxígeno y reduce la presión sanguínea, sino que es un factor clave para prevenir las lesiones. El atleta cansado no solo tiene menor capacidad, sino que debido al cansancio muscular es menos capaz de soportar una lesión en circunstancias en la que otro deportista mejor preparado lo haría.
El entrenamiento aeróbico para resistencia aplica un intervalo lento.
Es muy importante el desarrollo de una correcta mecánica respiratoria al realizar ejercicio físico, ya que de esta metodología estará determinado el rendimiento del deportista. Una mala respiración dificultara la captación de oxigeno lo que hará directamente proporcional a la dificultar de oxigenar el torrente sanguíneo para abastecer la cantidad de músculos involucrados en la actividad.
Una mala respiración desencadenará fatiga, cansancio, dolor, y alguna posible lesión.
La respiración, el oxígeno es para los músculos, para el cuerpo, como el combustible para el auto. Necesario para moverse y responder óptimamente a los requerimientos de la acción.
Más aun en esta época del año, es muy importante elegir los momentos, horarios de realizar actividad física para una correcta captación de oxígeno, así como la intensidad, frecuencia, cargas y periodos de descanso y recuperación muscular.
