Hacemos lo que podemos, escuché alguna vez, pero ¿en realidad es así? ¿Es una cuestión de fuerza de voluntad o es una mera satisfacción personal? Cada acción es una respuesta política frente a la sociedad. Tomar conciencia de esos actos, hacerlos con respeto y bajo los estandartes de nuestra moral son muchas veces los fundamentos para consolidarnos como individuos activos o para encausarnos en una lucha ante las desigualdades que nos sofocan. Hacemos lo que podemos, y hay quienes, tratan, pelean y sueñan por hacer más. La construcción de una acción en cadena que lleva a una agrupación colectiva es por lejos una huella en la vida de otros y en la nuestra, es un camino que nos hace sólidos y que nos reivindica el porqué de nuestro paso por este mundo.
El compromiso que tienen los miembros de la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (R.A.O.M.) con la sociedad, está intacto desde hace ya más de 26 años. Este trabajo colectivo se centra en el acompañamiento de pequeños productores de la agricultura familiar bajo una necesidad de encontrarse, unirse y reconocer las problemáticas del sector campesino de la provincia. Su gestación fue en la localidad de Eldorado en la provincia de Misiones a raíz de la gran cantidad de pequeños productores en situación de desarraigo o ante el inminente proceso de descampesinización. Entre la mala remuneración a cambio de la materia prima que los productores obtenían y las insuficiencias en la satisfacción de las necesidades de la población del campo, la organización consecuentemente halló la manera de converger con capacitaciones y con la cooperación de activistas para responder a las familias agricultoras con respecto a la necesidad de mejoras del sector. Actualmente muchos son los que forman parte de R.A.O.M., actores de la sociedad civil, técnicos y demás que individualmente hacen una labor pero en conjunto están respaldados por esta asociación civil que cuenta con años de historia y tradición, que promueve los espacios de encuentros y talleres con una característica participativa y de articulación de igual a igual. Una de las experiencias que los nuclea a los socios son los “encuentros de semillas” los cuales pueden ser eventos provinciales o regionales que cuentan con actividades y formaciones en la conservación, el cuidado y la preservación de las mismas. Desde la organización se promueve la agroecología a través de proyectos, procesos de formación y planificación para organizaciones de la Agricultura Familiar o espacios interinstitucionales.
Daniel Castillo hace unos 8 años que integra esta organización, llegó a ser parte por medio de un amigo y colega, y se ponen al servicio por sus experiencias en agroecología y dedicación en sus trabajos. Los dos en plena juventud se suman a muchas de las marchas de conservación de la biodiversidad misionera y bajo este activismo es que llegan a lo que hoy es su propósito. Se recibió de Técnico Superior en Agroecología, pudo conocer varias situaciones, formas de vida y las realidades que se viven en la provincia donde las realidades son diversas en cada región tras su paso por la Secretaría de Estado de Agricultura Familiar de la provincia y por el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI). Hoy su relación con las chacras y el campo es de la mano de esta organización, su accionar, compromiso y participación siguen activos y la existencia de estas agrupaciones lo estimulan para su desarrollo humano se nutre de los saberes por parte de los productores. Ese intercambio constante de aprender y enseñar es su pasión y lo recrea como una cuestión solidaria, el ser parte de una organización que les da una posibilidad efectiva de ayudar de forma correcta al otro es la revitalización del constante trabajo. Tuve la oportunidad de acompañar a una de las experiencias del trabajo que hacen los miembros de la R.A.O.M. dedicando su tiempo y sus capacidades para llevar adelante la tarea pedagógica de mostrar que es posible producir sus alimentos y transformar los hábitos de alimentación y el cuidado con la tierra. Acompañado por dos integrantes del grupo hacen un tridente que abarca la nutrición desde los consejos y conocimientos de la Lic en Nut.Maria Florencia Orlando y la productora Evangelina Mancuso. Dictan charlas, dan talleres de huerta, cocina y por sobre todo comparten la experiencia de vivir, alimentarse y trabajar de la tierra. Todo en esos encuentros es reciprocidad pura.
Uno de los grandes aciertos que escuché de Daniel que aprendió de quien él reconoce como un gran maestro, el Ing Milton Rosés, fue el invitar a observar, el detenerse a interpretar las acciones de la naturaleza y replicarlas en nuestra huerta. Casi como una situación poética de ser parte de ese bosque al que debemos imitar, en el cual reconocemos que todos son parte de un todo, la sombra, los rayos del sol, la lluvia, las plantas que crecen en los troncos de los árboles, todos son una simbiosis que subsiste de la reciprocidad. Sigamos ese ejemplo porque siempre hay quienes necesitan y siempre por poco que sea, todos tenemos algo para dar.
La receta de hoy es una de las que la Lic. en Nutrición Florencia compartió en el taller donde los acompañe.
Hamburguesas de verduras
Ingredientes:
- 1 zapallito verde
- 1 zanahoria
- 1 cebolla rallada
- 2 cucharadas harina de garbanzo
- 1 diente de ajo
- 1/2 cucharadita orégano
- 1 pizca comino en polvo
- a gusto sal, pimienta a gusto
- aceite de oliva
Procedimiento:
Rallamos las verduras limpias. Las escurrimos haciendo presión con nuestras manos para que suelte todo el líquido y reservamos en un recipiente aparte. Les agregamos las especias y sal al gusto, removemos e incorporamos la harina de garbanzo formamos las de hamburguesa con pequeñas porciones, ponemos a cocinarlas en una sartén un poco de aceite de oliva y doramos por cada lado.
