Dado que las vacunas tienen un alto porcentaje de efectividad y la mayoría de los que las recibieron están protegidos del coronavirus, muchos se preguntan si es necesario que continúen respetando los protocolos sanitarios contra el covid-19, especialmente el más incómodo.
Tras la polémica que levantó la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, al participar de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso sin usar barbijo, muchos comenzaron a preguntarse si realmente es necesario que los vacunados contra el covid-19 se sigan cubriendo la boca.
Lo cierto es que las vacunas tienen un alto porcentaje de efectividad y la mayoría de los que las recibieron están protegidos del coronavirus. Sin embargo, aunque no muestren síntomas y no se enfermen, igualmente pueden transmitirlo.
La explicación es que a pesar de la vacunación, este virus responsable de la enfermedad pandémica, todavía puede colonizar el tracto respiratorio, aún con la protección de las células inmunitarias sistémicas.
En tal sentido, el profesor de Inmunología, Avery August, de la Universidad estadounidense Cornell, advirtió que todavía no hubo tiempo suficiente para comprobar si la vacuna realmente “protege de la propagación”, así como tampoco se sabe a ciencia cierta durante cuánto tiempo brindará inmunidad.
Otro factor a tener en cuenta son las constantes mutaciones. Por ejemplo, la vacuna de Johnson & Johnson no fue tan efectiva en Sudáfrica, debido a la variante B1351. Ante la duda, es importante seguir respetando los protolocos sanitarios hasta que la mayor cantidad de personas en el mundo esté vacunada. La fecha que pronosticó August fue para septiembre de 2021
(Grupo La Provincia)