Maersk anunció que construirá ocho portacontenedores de 16.000 TEUs propulsados por «metanol neutro en carbono» con una capacidad alternativa para combustible diésel bajo en azufre.
“Hoy presentamos el diseño de nuestros ocho buques portacontenedores de 16.000 TEU innovadores y líderes en la industria propulsados por metanol neutro en carbono”, anunció Palle Laursen, director técnico de AP Moller-Maersk.
Dijo que los nuevos barcos que construirá Hyundai Heavy Industries en Corea del Sur, «vienen con una configuración innovadora de motor de combustible dual que puede operar con metanol y combustible convencional bajo en azufre». Con capacidad de combustible, «los buques podrán completar un viaje completo de ida y vuelta, por ejemplo, Asia-Europa, con metanol verde».
Laursen explicó: “Único en la industria, este diseño permite una eficiencia energética mejorada en un 20% por contenedor transportado, en comparación con el promedio de la industria para embarcaciones de este tamaño. Además, se espera que toda la serie ahorre alrededor de un millón de toneladas de emisiones anuales de CO2, ofreciendo a nuestros clientes transporte sin emisiones de carbono a escala en los intercambios marítimos”.
Comentó que los nuevos barcos tendrán 350 metros de eslora, 53,5 metros de manga y se verán significativamente diferentes de lo que se ha visto antes para cualquier buque portacontenedores más grande.
“El alojamiento de la tripulación y el puente estarán ubicados en la proa para permitir una mayor capacidad de contenedores. El embudo estará en la popa y solo en un lado de la embarcación, lo que proporcionará más espacio para la carga. Esta separación entre alojamiento y embudo también mejorará la eficiencia en el puerto”, agregó.
Laursen dijo que la realización de esto tomó casi cinco años y «cruzar un territorio de diseño naval inexplorado». Para habilitar este nuevo diseño, se tuvieron que abordar varios desafíos:
En primer lugar, la comodidad de la tripulación «tenía que garantizarse con el alojamiento ubicado en este lugar más expuesto».
Además, la resistencia adecuada del casco también fue un parámetro clave para salvaguardar, con el bloque de alojamiento normalmente funcionando como un «refuerzo» del casco cuando se coloca más hacia atrás.
Debían desarrollarse nuevas disposiciones para los botes salvavidas y las luces de navegación. Se desplegarán nuevas cámaras para «apoyar la vista de los capitanes al navegar».
Está previsto que el primer buque esté en funcionamiento a principios de 2024.