Cinco comisarios generales que integraban la cúpula de la Bonaerense pasaron a retiro. Uno de ellos es el que ocupaba el tercer lugar en la jerarquía y sería reemplazado por una mujer, comisaria mayor, por primera vez en la historia.
Los desplazamientos forman parte de movimientos «administrativos» que se registran porque los oficiales superiores cumplieron los años de servicio y tienen la edad para jubilarse. No incluyen al actual Jefe de Policía, Daniel «Fino» García y tampoco al número dos, Jorge Oscar Figini.
También ocurrieron episodios que rozaron la gravedad institucional. El lunes 7, cerca de la medianoche un grupo de policías rodeó la residencia de Axel Kicillof, en pleno centro de la capital provincial. Las patrullas y los agentes ocuparon parte de la calle 5, entre 51 y 53. A poco metros de ahí, descansaba la familia del gobernador. Y al otro día, la revuelta llegó hasta los portones de la quinta presidencial de Olivos.
En las últimas horas Berni avaló el retiro del comisario mayor Víctor Rojas, quien ocupaba el estratégico cargo de secretario General. En la estructura policial ese el tercer peldaño y ocupaba ese lugar desde el 7 de mayo de este año. Estuvo poco más de cuatro meses allí. Sería reemplazado Lidia Cristina Viera, una oficial abogada, que estuvo en las academias de formación de cadetes y tiene rango de comisario mayor desde 2019.
El comisario General, Gustavo Bustamante quien estaba en la Superintendencia de Investigaciones será reemplazado por el Mayor Ariel Silva. En esta repartición se hace seguimientos de casos solicitados por la Justicia. Pero también «inteligencia» criminal para tratar de adelantarse a los pasos de las bandas delictivas.
Uno de los mayores cuestionamientos que hubo desde el gobierno, cuando estalló la protesta policial es que no se pudo prever. O que nadie le avisó al ministro ─y por transición al gobernador─ sobre el volumen y la adhesión del reclamo que explotó en las calles de las ciudades más pobladas del Gran Buenos Aires y del interior.