La seca está dejando efectos negativos por todos lados y la lechería no es la excepción. Los datos que relevó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) dan cuenta de que en los primeros días de enero se dio una baja notable de la producción debido a este fenómeno climático.
“Con datos de 10 industrias que compran algo más del 40% de la leche total, se puede determinar que la producción en estos primeros días de enero 2022 ha caído un 11% respecto a diciembre 2021, (con extremos individuales de 7% y 13%)”, dice el informe del OCLA.
La merma tiene mucho que ver con las altas temperaturas del verano, que tuvieron su máxima expresión en la ola de calor que sufrimos días atrás y que llevaron muchas preocupación a productores. En las redes sociales se sucedían los pedidos de lluvias que finalmente llegaron y las alarmas respecto del estado de las vacas.