El 2018 quedará en la historia por ser el año que más padecieron los adultos mayores, ya que los 50 medicamentos más consumidos acumularon una suba del 235% en los últimos tres años. Por su parte, las jubilaciones sólo alcanzaron el 144%, según comunicó el Centro de Economía Política Argentina por medio de su informe.
Dicho censo fue realizado en un trabajo en conjunto con el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores y la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria, donde determinaron que las personas mayores consumen entre 4 a 8 medicamentos, los cuales suman un costo de más de dos mil pesos.
El abandono de políticas públicas para este sector ha generado que el impacto de los precios de los remedios lleve a los adultos a encontrarse por debajo de los índices de la pobreza. Para cubrir los gastos de alimentos y servicios, se necesitan $26.043, más del 60% de una jubilación promedio.
El último informe del INDEC, con cifras del primer semestre del año pasado, manifestó que hay 7.581.118 personas pobres y 1.357.923 indigentes. Del total, 272.920 son adultos mayores por debajo del índice de pobreza y 29.874 de indigencia.
“Los aumentos de medicamentos y alimentos superan así ampliamente el aumento del haber jubilatorio lo que produce una caída abrupta de las personas mayores en la pobreza”, indica el CEPA.
Por su parte, PAMI ha recortado prestaciones y redujo la cobertura de los medicamentos. “Al quitar la entrega gratuita se puso en grave riesgo la salud de las personas y la calidad de vida de aquellas con patologías crónicas, que, sin tratamiento oportuno, generan discapacidades y aumentan la fragilidad y dependencia de los mayores”, precisa el texto.
Vale destacar que la situación de desidia y desprotección que está atravesando este sector de la sociedad, incapacitados para cubrir sus necesidades básicas, genera una violación de la Convención Interamericana de los derechos humanos de las personas mayores.