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viernes, 19 abril, 2024

Mujer, madre y en la lucha

(Por Mónica Gómez)

A lo largo de la historia, las mujeres han librado batallas incontables. A partir del cansancio, de las opresiones, de las desigualdades y de las indiferencias; hacer visibles estas realidades, fue el motor de cambio en los momentos de peleas por una sociedad más justa e igualitaria. Desde siempre la pugna se batalló  bajo todos los ámbitos,  la percepción de la mujer como un ser empático es lo que hace que se levante en manifiesto sobre todos los actos de injusticia, sea contra quien sea. El rol de la mujer es primordial en la sociedad,  es totalmente necesaria  la mirada femenina en cada Institución  que regule los intereses colectivos, ya que su aporte lo convierte en una entidad plural y  emergente hacia las nuevas visiones.

  Ana Rosa Cubilla es una mujer que se reconoce una apasionada de su  trabajo,  junto a otros comenzó la creación de un  nuevo Sindicato de trabajadores rurales. Ella los define como trabajadores asalariados, ya que los reconoce como la lucha de aquellos que si bien trabajan en la tierra no son dueños ni son los que adquieren el privilegio de las producciones que realizan. Su vida no fue fácil y todo lo que transitó fue conducido por los caminos del campo y  la lucha por la igualdad de oportunidades para todos. Su dedicación en esta vida rural hizo que pueda hacer visible la contracara de las distinciones a lo que los empleados rurales son sometidos. Su lucha es constante y es tan grande su compromiso que después de muchos años volvió a radicarse en la provincia de Misiones para acercarse y defender las problemáticas de la región desde el centro, hablando y conociendo de cerca a cada uno de los que trabajan la tierra.

Su vida transcurrió en torno a las plantaciones, entre la familia y el trabajo en los campos. Hija de trabajadores rurales desde muy joven emigró a Buenos Aires y se estableció en las zonas más productivas.  Junto a su labor en la zona agraria y la familia,  se propuso llevar adelante la lucha por un sindicato dirigido por los trabajadores asalariados  del campo, intentando preservar el bienestar y procurando cubrir las necesidades de todos los que día a día trabajan produciendo los alimentos que todos consumimos, y que muchas veces ellos mismos son los que no pueden adquirir por cuestiones económicas.

  Toda esta fuerza provino desde sus comienzos. Nació en María Magdalena, un  paraje muy chico de la provincia de Misiones,  fue a una escuela rural, creció viviendo en lo que comúnmente  se conoce como” Establecimiento”, estas grandes dimensiones de tierra, de aproximadamente 1000 hectáreas, donde conviven las patronales y los empleados en el mismo campo, allí  pasó toda su infancia observando ella misma los obstáculos de la ruralidad. No pudo concretar sus estudios secundarios por no contar con una Institución educativa  cercana, ya que la más próximo estaba a 35 km., Recuerda con particular añoranza que allí donde el terreno terminaba comenzaba la chacra con las plantaciones. Eso impulsó, desde sus comienzos  a tener la perspectiva de trabajo de las mujeres y hombres que trabajaban la tierra, las situaciones de cosechas. A sus 18 años se fue a probar suerte a Buenos Aires con la idea de tener oportunidades.

 Se pone al frente de las causas porque siente que las mujeres son más aguerridas, así lo demuestran los movimientos  feministas, las propuestas de trabajo social del campo. Gracias a esto las mujeres han saltado las tranqueras  y es una nueva era de organización de plural y de apoyo continuo. Las batallas son muchas y los derechos adquiridos desde su niñez hasta la actualidad le dan la perspectiva de que esta contrapartida a la que se sumó es necesaria. Busca  sobre todo el apoyo y  la solución por parte del estado para regular esta actividad tan olvidada y desvalorizada.

La receta de hoy hace honor a sus origines y es un

Budín de naranja y yerba mate

Ingredientes:

  • 3 huevos
  • 130 gramos azúcar
  • 100 mililitros aceite
  • 250 mililitros leche
  • 2 cucharadas yerba mate
  • 330 gramos harina leudante
  • 1 naranja (su ralladura)
  • 1 pizaca sal

Preparación:

Preparar la infusión de mate cocido, dejarlo enfriar  Batir los huevos con el azúcar. Luego agregar el aceite en forma de hilo y por último la ralladura de naranja.Mezclar la harina junto con la pizca de sal y agregarla a la preparación anterior intercalando con la leche. Una vez que tengamos una preparación homogénea la volcamos en un molde previamente aceitado y enharinado y llevamos a horno moderado precalentado por aproximadamente 25 minutos o hasta que pinchando con un palillo salga seco.

Mónica Gómez

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