Semana tras semana la historia parece no tener fin en el universo yerbatero. La reunión infructuosa, solicitada en el Instituto Nacional de la Yerba Mate para fijar un nuevo precio fue en vano debido a que los representantes del sector industrial no se presentaron.
Desde hace unos días los eventos en torno a la yerba mate sembraron más dudas que certezas sobre lo que a todos nos importa… ¿Cuánto nos va a costar un paquete de yerba?
Luego de los tractorazos, las medidas de fuerza del cese de cosecha y llegó la tan esperada mesa de diálogo del jueves 8 en el Ministerio del Agro y la producción de Misiones. En ese momento, el Gobierno de Misiones acompañó las demandas del sector productivo y participaron diferentes dirigentes y representantes del sector yerbatero: parte del directorio del INYM, junto al ministro del Agro Facundo Lopez Sartori. La gran sorpresa fue Juan Pazo, secretario de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía de la Nación. Inesperada la presencia del representante de la cartera industrial del gobierno de Javier Milei, ya que el INYM es un organismo que está en línea directa con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, por ello siempre se solicitaron reuniones a Fernando Vilella. Según algunos presentes, esta fue una clara señal para continuar con las estrategias del sector industrial y así lograr el precio de su conveniencia para la hoja verde.
El resultado de esa mesa de diálogo sembró más la duda sobre la asunción de Notta como futuro presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM); sí se resolvió la continuidad del Instituto de manera ordinaria en manos del Director a cargo Jonás Petterson.
Divide y vencerás
luego de esta resolución se esperaba la calma, aun así con un escenario poco claro y con un inym vapuleado y desprestigiado, surgieron oportunistas que defendieron la clara postura del sector industrial, llevaron adelante la estrategia política de Divide et impera, frase atribuida a Julio César, dictador y emperador romano.
Este escenario de incertidumbre motivó al llamado de asamblea por parte de un grupo de productores autoconvocados de Andresito que firmaron un precio de $370, muy por debajo de lo solicitado. Los representantes de los secaderos, molinos y cooperativas, y en colaboración con los servicios de cosecha se hicieron presentes, explicaron que podían pagar un 27% menos de lo pedido en cada lucha, pero en el acta no firmaron ni dieron sus garantías de que este sea el precio mínimo a pagar.
Esto hizo efecto contagio en otra zona yerbatera de la provincia y también los productores de San Pedro el día lunes 12 llegaron al mismo acuerdo, pero pidieron que vendan solamente los productores urgidos por las necesidades imperiosas por el inicio de clases y el incremento de la canasta básica.
Finalmente, ayer se realizó en las oficinas del INYM la sesión de precios, solicitada y difundida con una semana de anticipación donde el sector industrial no se hizo presente, ni tampoco los representantes de la provincia de Corrientes logrando que la sesión caiga y se convoque a una nueva sesión para el 29 de febrero. Los que pegaron el faltazo fueron: Joaquín Comas y Germán Horrisberger (representantes por la Industria, Claudio Anselmo (representante de la provincia de Corrientes y ex gerente de Las Marías). Quienes sí estuvieron presentes fueron: Ricardo Maciel (representante de Misiones); Jonas Petterson, Marcelo Hacklander y Nelson Dalcomo (directores por la producción); Denis Bochert y Danis Koch (directores por cooperativas), Carmelo Rojas (director por los tareferos) y Alejandro Lucero representante por los secaderos.
Los Directores se hicieron presentes con la grilla de costos, que van actualizando cada semana, instrumento homologado por el directorio y requerido para pretender un precio determinado.
Como se fija la grilla de costos del kilo de la hoja verde
La grilla de costos del kilo de la hoja verde se fija de acuerdo a determinados factores.
- Los costos directos de producción, (maquinaria, mano de obra -peón rural salario vigente en la CNTA-, insumos y amortización de la plantación)
- Los costos indirectos de la producción, (administración -remuneración del Productor-, monotributo, adicional para obra social y gastos contables varios, como impuesto al cheque
- Costos financieros (gastos en maquinarias, gastos en mano de obra, gastos en insumos, gastos estructurales)
Estos valores arrojaron un costo total por hectárea y se le sumaria a ellos, el costo de la producción en planta, el costo de la cosecha y el secadero y las contribuciones patronales -se refiere a los sindicatos de los empleados rurales-
De esta planilla de costos se obtiene el costo de la yerba mate puesta en secadero y el de la materia prima.
Cabe destacar que el INYM es el encargado de proponer el valor del kilo de hoja verde y es el que le da garantías al productor para lograr hasta las últimas instancias el pedido de un precio justo. Aun así, si la votación por el precio no llega a consenso, la fijación pasa a laudo y lo determina la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, es decir, el gobierno nacional.
No obstante fijar el nuevo valor de la materia prima de la yerba mate es por lo menos incierto, analizando que el precio que se fija es prácticamente para la zafra completa, y con el agravante que costos como combustible -sujeto a la inflación- son los factores que más peso tienen en el proceso de evaluación.
Los precios de la economía son resultados de las acciones políticas, más allá de lo partidarios, lo que pagamos en las góndolas depende de las decisiones de los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
En el mientras tanto, cada día que pasa un paquete de yerba en góndola está cada vez más caro. Según el INDEC, este último mes la inflación fue del 20,6% en enero y aún así, ese porcentaje no llega a beneficiar al productor, ni responde a su lucha por un precio justo.
La suba que los consumidores afrontamos, con esta radiografía de los juegos de disputas y luchas de poder, nos revelan que desregularizar la única herramienta que tienen los productores y los empleados rurales que los ampara, también daña a los consumidores.
