(Por Marisa Chela) Las contradicciones de la vida muchas veces rompen con el orgullo mental, con lo que creemos que es de una manera, como la pensamos y la vivimos. Cada uno tiene una visión de las cosas por su formación cultural, educación o propia construcción del ser.
La vida está llena de contradicciones, a veces, luchas internas que nos ponen en una situación conflictiva ante determinaciones o decisiones. Es ahí cuando aprendemos que existen otras soluciones y algo mejor, que existen otros que piensan diferente y actúan en consecuencia.
Es ahí cuando el yo comienza un camino de reconocimiento y crecimiento, de encuentro y desencuentros que muchas veces originan crisis. Las bienvenidas crisis que, si bien nos movilizan hasta lo más hondo, siempre son necesarias y superadoras.
Como dijo Einstein: “no pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y a los países, porque la crisis trae progresos.”
CONTRADICCIONES
La contradicción
Vaya cosa de mi vida tan marcada
No la contradicción de ideas
Sino de hechos que marcan
el camino que es historia:
la felicidad, la desdicha,
la vida, la muerte,
El amor y el desamor,
la compañía y la soledad
Las idas y vueltas
me acechan.
No las provoco, llegan, así indiferentes
Y no atino a nada.
Rara paradoja del destino
Que las cosas vengan y vayan.
Hoy vuelven las contradicciones
Y un sentimiento encontrado me amarra.
No es que me ponga triste,
No, al contrario,
Me regocija el alma,
Pero digo:
¿De ésto está hecha la vida,
de un ir y venir sin amarras?
Huelo un perfume a despedida y
un aroma a llegada.
No quiero analizar la trampa de los hechos,
Pero tal vez eso es lo que me pasa.
Cuando la contradicción llega,
Hay una mezcla melancólica,
una partida y una llegada.
MACHÉ