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miércoles, 24 abril, 2024

La responsabilidad se encuentra en lo que amamos

(Por Mónica Gómez)

Sabemos  que después de cualquier desventura nuestra familia es el refugio donde volver, un lugar donde somos nosotros y  cada parte de las paredes donde crecimos  son las huellas de nuestra historia. Volvemos a la casa donde fuimos felices,  a ese  hogar  que nunca abandonamos y que  aunque  pasen los años, la familia permanece  a nuestra  espera con los brazos abiertos. Traemos a la memoria  la cama caliente, la taza de té, el mate por las tardes, los brazos de nuestros  seres queridos, buñuelos o pan caliente, el aroma a sabores que se desprenden  de  la cocina. Volvemos a sentirnos resguardados  en familia.

Todos tenemos la posibilidad de elegir qué deseamos hacer en nuestra vida, tal vez las circunstancias no son las esperadas pero los sueños muchas veces nos dan la confianza de   poder lograrlo.  Salir al mundo, conocer lo que pasa afuera y descubrir así qué es realmente lo que se anhela, es  muchas veces la necesidad de todo ser humano.  Así lo describe Roberto Rodríguez Dos Santos un productor hortícola de la provincia de Misiones que se dedica a la producción de tomates y morrones desde su chacra ubicada en la periferia de la ciudad de Posadas.  Roberto creció en la chacra que hoy es parte de su vida junto a sus padres y 4 hermanos, él habitó siempre   la casa pero la decisión de estudiar e independizarse hizo que aun viviendo allí no estuviera abocado al trabajo de la producción como lo hacía su padre. Soñaba con formarse como profesional y a la par trabajaba en otra actividad totalmente desligada de la producción. Por 10 años conoció la vida laboral desde otra perspectiva, la cual le dejó como aprendizaje una mirada más significativa a lo que hoy hace para vivir  con responsabilidad y amor.  Hoy este hombre de 39 años con una familia, y agradecido por la satisfacción que le brinda el trabajo en la tierra, recuerda con melancolía esa parte de su vida que  pone en  valor cada minuto junto a sus hijos y a su esposa.

Este hombre formado por el temple trabajador de su padre y con la fortaleza emprendedora  de su madre realiza el trabajo en la chacra  junto a su madre y  su esposa Carina.  Esta familia  a base de dedicación y esfuerzo cada semana se da cita en la Feria franca de la ciudad para la venta de sus productos. El principal respaldo fue el de sus padres, desde el momento que él deseó hacerse responsable del trabajo en  la chacra, a consecuencia de la enfermedad de su  progenitor, sintió la confianza y el apoyo de ellos,  a quienes  también agradece el respaldo al momento de emprender la producción  a gran escala. De la misma forma tuvo  respuesta positiva para la creación de un criadero de cerdos, todo lo que fue logrando con el paso del tiempo es gracias al empuje de su familia.

Las ferias francas cumplen 25 años y según cuenta este feriante se percibe una renovación de mentalidad de los nuevos integrantes, intentando incorporar tecnología, innovar y producir desde una forma más productiva para mantener la producción diversificada y asegurar el consumo de todos sin perder el espíritu que mantienen. La meta principal de aquellos que lo organizan es brindar capacitaciones en cuanto a las estrategias de venta en un mercado, estimular el cuidado de la producción, del suelo y hasta la comunicación con los vecinos. Esta forma de acercamiento a  los clientes  es lo que llevan adelante el éxito en estos tipos de ferias ya que se crea un lazo más fiable. Roberto cuenta que las personas asisten a la feria no solo como una salida a comprar, los misioneros son asiduos a ellas por una suerte de reminiscencia, todos de una u otra manera pasaron una infancia con algún abuelo que tenía chacra o alguna plantación, así que el dialogo y el acercamiento lleva a todos a rememorar su infancia. La gente de la ciudad apuesta al lugar, al productor ya que tienen la seguridad de que la producción de la tierra que venden es trabajo familiar y el  producto del feriante es cosechado el día anterior. Eso garantiza la característica primaria de cada alimento. Lo  hace natural y con un sabor que transporta a los sabores familiares. Convivir con esto te lleva a quererlo y después de conocer el mundo, volver a lo que hacían tus padres  hacen valorar  mayormente  tus logros  y lo que ellos hicieron.  Tomar la responsabilidad del trabajo familiar es reconocer que  el amor está latente. Muchas veces la felicidad está en aprender a volar con esos sueños  y regresar a casa para continuar el camino de las raíces sembradas por los nuestros.

La receta de hoy es Morrones asados en conserva.

 INGREDIENTES

  • Pimientos rojos.
  • Aceite de Oliva.

Procedimiento:

Lavamos los pimientos y los llevamos sobre la hornalla de la cocina directo. Quemarlos por completo y ponerlos unos minutos en bolsas para generar vapor. Una vez blando retirarle la piel quemada con paciencia. Limpiamos los pimientos. A continuación, les quitamos el tronquito, las pepitas y los cortamos en tiras. Vamos colocando los pimientos dentro de tarros de cristal, sin que queden huecos, hasta rellenar. Añadimos el aceite de oliva. Cerramos con fuerzas los tarros esterilizados. Conservar en heladera.

Mónica Gómez

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