Científicos estadounidenses consideran que las ondas de luz emitidas por diodos luminosos dañan las células cerebrales y las de la retina. Una serie de experimentos realizados en moscas de la fruta revelaron que estas ondas también aceleran el envejecimiento.
La luz es un tipo de radiación electromagnética que suele llevar cierto volumen de energía. La luz roja tiene poca energía y es percibida fácilmente por el ojo humano. Mientras que la luz azul, que posee el mayor volumen de energía, hace que nuestros ojos se cansen más rápido.
La luz azul artificial, emitida por dispositivos electrónicos contemporáneos, causa el mayor daño, dado que su longitud de onda varía entre 380 y 500 nanómetros.
Para comprobarlo, los científicos de la Universidad Estatal de Oregón realizaron una serie de experimentos en las moscas de fruta. El organismo de este insecto se parece mucho al de los humanos.
Las moscas utilizadas en esta investigación fueron dividas en tres grupos. El primer grupo pasó 12 horas bajo la luz azul y 12 horas en la oscuridad. El segundo grupo permaneció todo el tiempo sumido en la oscuridad y el tercero fue sometido únicamente a los efectos de la luz azul.
Los resultados del experimento revelaron que los insectos del primer grupo tenían una esperanza de vida más corta. Además, las moscas de este grupo sufrieron daños neuronales en su cerebro y en la retina. Los científicos también se dieron cuenta de un hecho muy interesante: los insectos tratan de evitar la exposición a la luz azul. (InfoGEI)Jd