(por Mónica Gómez)
Del 3 al 6 de diciembre se dio en la ciudad de Buenos Aires la semana orgánica, el Movimiento Argentino Para la Producción Orgánica (MAPO) organizó el evento teniendo en cuenta que el 3 de diciembre es el día Nacional de la Producción Orgánica. En este encuentro se realizan talleres, charlas y actividades relacionados con la producción que cumplen estas características. La difusión de este tipo de eventos es indispensable para dar a conocer los aspectos que debe cumplir un productor para que sea rotulado con el sello de orgánico. El conocimiento de los distintos tipos de productos, que no solo se encuentran en el rubro de la alimentación, acerca al consumidor la información necesaria para discernir aquellos que son elaborados de forma sustentable a los que no. Generar la educación sobre el consumo responsable ayuda a crear empatía con el medio ambiente, brindando una buena calidad de vida para todos.
Las charlas y experiencias de cada productor orgánico son el impulso para las nuevas generaciones, no solo atraer el consumo es el factor principal, sino también inspirar a los diversos agentes de producción a seguir con este lineamiento. Brindan información y apoyo en el proceso de cambio hacia las prácticas sustentables. Acercan a la productividad local ya que se enfoca en la materia prima territorial con un impacto social y económico. Impulsar el cambio en la matriz del desarrollo no es tarea fácil. Hay que generar conciencia para incorporar este nuevo estilo de tratamiento bajo una mirada económica. Aunque pocas veces se contabiliza el costo ambiental, este proceso de producción se incorpora a un mercado con visión a las futuras generaciones.
Visibilizar al sector orgánico, y vincularlos entre sí es el mayor logro para este movimiento que se caracteriza por presentar productos de gran calidad y de vanguardia ya que las nuevas tendencias de producción se encaran bajo esta política. Esta relación permite una mejora en la logística de cada producto, pudiendo estar a la alcance de todos bajo una comercialización con valor agregado destacando sus atributos en referencia a sus formas y costumbres e identidad cultural.
Nosotros como consumidores, comunicadores y responsables de los distintos sectores de producción alimenticia y sus derivados somos los protagonistas principales para que este tipo de actividades se realicen. Son destinados a nosotros para fomentar un consumo y así generar una demanda mayor para maximizar la cadena de comercio. Entre todos hacemos un aprovechamiento de la productividad orgánica sea en el impacto ambiental, social y hasta económico. Demos el espacio a los nuevos productos y servicios que crean calidad de excelencia sobre la manufactura y al responsable de la realización de los productos.
La receta de esta semana está pensada para sustituir los productos diarios por los que contienen rotulo orgánico.
Crumble de cerezas.
Necesitamos:
- 100 gr. De harina de trigo orgánica
- 100gr. De azúcar rubia orgánica
- 50 gr de almendras molidas
- 25 cc de aceite de coco orgánico
- 500 gr de cerezas
Procedimiento:
Limpiar y sacar semillas de las cerezas y ponerlas sobre una fuente o asadera para horno. Preparar el Crumble integrando los demás ingredientes hasta formar un arenado y esparcirlos por arriba de las cerezas llevar a horno por 30minutos a fuego medio servir tibio.
