20 Jun 2025
17.8 C
Nueve de Julio

El Agro en un brete

La actual política de libre mercado ha generado un fuerte aumento en los costos de producción, impactando negativamente al sector agropecuario. Paradójicamente, durante los gobiernos llamados “populistas”, la rentabilidad era hasta tres veces mayor que en la actualidad, bajo una gestión que se presenta como “libertaria”.

El romance entre el campo y el presidente Javier Milei parece haber llegado a su fin. Hoy, el único lazo institucional que persiste entre el gobierno y el agro es a través del presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino. Sin embargo, una gran parte de los productores que lo apoyaron —ya sea por convicción ideológica o por rechazo al peronismo— comienza a desencantarse con el rumbo del proyecto libertario.

Milei necesita que el campo venda. Requiere que los productores liquiden sus cosechas y que las agroexportadoras ingresen divisas para sostener el tipo de cambio dentro de la franja establecida: entre $1.000 y $1.400 por dólar. Pero la realidad del productor no acompaña esa urgencia.

Los únicos que hoy pueden aportar divisas son los pequeños y medianos productores, que están en plena cosecha y necesitan vender para saldar deudas, ya que siembran con financiamiento y pagan los insumos con la recolección. En cambio, los grandes productores y los pooles de siembra venderán solo lo necesario para cubrir gastos corrientes, esperando mejores condiciones de mercado para el resto de la producción.

En estos días, el sector está terminando la cosecha de soja y analizando los números de cara a la siembra de trigo, prevista para junio y julio. Para esta campaña fina se prevé una menor superficie sembrada y un uso más limitado de tecnología, debido al elevado costo de implantación. A este escenario se le suma un nuevo golpe: el aumento de las retenciones, que volverán al 12 % a partir del 1 de julio, tras haber bajado al 9,5 %.
Sin embargo, hoy las retenciones no son el principal problema del agro. Lo más crítico son los costos dolarizados: alquileres, insumos, fletes y labores. Son estos factores los que comprometen la viabilidad económica de muchos productores.

Los productores agropecuario, se encuentran en estos días haciendo cuentas para la próxima campaña triguera. Revisando los números de años anteriores, Entre 2005 y 2015, con retenciones del 20 % al 23 %, alcanzábamos rentabilidades del 16 % al 17 %. Hoy, con una retención del 12 %, apenas proyectamos una ganancia del 5 %: tres veces menos que entonces. Este dato deja algo claro: cuando bajan las retenciones, el productor no se queda con esa diferencia. El beneficio se lo llevan los dueños de la tierra y las multinacionales proveedoras de insumos.
Además, en aquellos años los precios internacionales del trigo eran mucho más bajos: en 2005, un 50 % menos que hoy; en 2015, un 17 % menos. Aun así, ganaban más.
En resumen, con precios internacionales más bajos y retenciones más altas, el productor agropecuario obtenía rentabilidades mucho mayores que las que proyecta hoy con el gobierno “libertario”. Entonces, ¿quién se quedó con la renta del agro en estos últimos 20 años?
Los dueños de la tierra, subiendo los alquileres un 20 %. Las multinacionales de insumos, que aumentaron sus precios un 75 % en dólares.

Las grandes petroleras, que elevaron el precio del gasoil y encarecieron fletes y labores. Frente a esto, urge debatir políticas concretas: control de precios en insumos, una ley de alquileres rurales, y un sistema de retenciones segmentado según el tamaño del productor y el momento de la venta. Quien especule, que pague más. Quien se vea obligado a vender en cosecha, que reciba un trato más justo.
La llamada “libertad de mercado” no trajo prosperidad al agro. Por el contrario, disparó los costos y desplomó la rentabilidad. Hoy, los números del campo son peores que antes.

Últimas noticias

San Martín 84

No es una dirección. Son los años que el Club Atlético San Martín celebró el miércoles 18. Daniel Farías,...

Noticias relacionadas