(Por Lic. Hugo Enrique Merlo)
Dice el diccionario para DILEMA: Situación difícil o comprometida en que hay varias posibilidades de actuación y no se sabe cuál de ellas escoger porque ambas son igualmente buenas o malas.
Cuando existe un dilema, existen alternativas, tenemos que elegir y una elección es “dolorosa” porque implica descartar algo, dejar de lado, y eso cuesta en términos cognitivos.
Por otra parte, nuestra constitución dice que el pueblo no delibera, ni gobierna, sino por medio de sus representantes. De esta manera estamos en un problema, o no, pero esta es una situación excepcional.
Y es un dilema porque si flexibiliza la cuarentena aumentan los casos de contagio, por otro lado si radicaliza el aislamiento aparecen con más fuerza las cuestiones económicas.
El dilema parece que es a favor de la cuarentena, o sea privilegiando la salud, los que no están de acuerdo, y esto se está notando en la calle, se comienzan a manifestar. Esta semana hubo una marcha (nueva normalidad) en auto tocando bocina, cacerolazos y 8 personas de la colectividad judía detenidos por celebrar un casamiento, además de disturbios en Córdoba.
Desde la presidencia, la situación está planteada como un dilema ético, se prioriza la salud de la población versus el deterioro de la economía. Después habrá tiempo para solucionar el tema económico, dicen en el gobierno. “Ya lo hicimos con Néstor”, como si todo fuese el mismo miasma. Mientras tanto comienzan a surgir algunas cosas que esperemos aisladas. La diputada Fernanda Vallejos anda con un proyecto de capitalización estatal de empresas en crisis, que por ahora está verde, pero puede estar madurando. Hay otros diputados orejeando el proyecto. El impuesto a las grandes fortunas es otra de las alternativas de la salida de la crisis, también algunos dichos del Gobernador de Buenos Aires que, sumados a la violenta caída del PBI y la negociación de la deuda, producen un revuelo poco alentador para la salida de la crisis. Hasta hubo que cambiar una cartelería donde se veía un obrero del sector calzados y la leyenda que informaba que el Gobierno Nacional había ayudado a pagar los sueldos. Ahora hace mención al “Estado Nacional”.
Es cierto que puede tomarse esta situación como un dilema, el punto crítico es que no se sabe cuánto va a durar, pueden pasar meses hasta la aparición de la vacuna, el tiempo juega en contra y le vaticino, porque perecemos al grupo de humanos, dentro de poco estaremos exigiendo (con razón) la soluciones a los problemas económicos y no vamos a aceptar como excusas la pandemia.
Si por ventura el gobierno quiere tapar gestión con pandemia, de la misma manera que “billetera mata galán…crisis económica mata pandemia”.
La idea es que las decisiones que se vayan tomando estén de alguna manera coordinadas con lo que se supone ese plan de salida de la pandemia.
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