(Por Marina Soledad Suárez, técnica en criminalística y criminología)
La Educación comienza en el Hogar.
En los primeros años de vida es donde la persona comienza a formarse y a comprender que es Si y que es No; recepción de las cosas buenas y malas de la vida; donde los Padres, tutores, cuidadores deben estar atentos y dedicados a la enseñanza y cuidado de los más pequeños.
Es importante la atención, utilizar el juego como un buen aprendizaje de valores; ya que es importante que los padres jueguen con los niños; para estar más preparados en la etapa de socialización donde se relaciona con otros; donde los educadores comenzaran a transmitir reglas para otros aprendizajes y valores (Jardín maternal, jardín escolar; escuela) para seguir fortaleciendo los valores adquiridos.
Por eso también es muy importante que quienes tomen ese rol en los ámbitos educativos, lo realicen con la convicción, pasión y respeto que amerita tal profesión.
Hoy no nos damos cuenta que la tecnología nos pasa por “arriba” y que los niños pierden de jugar sanamente por estar conectados a tablets, teléfonos. Es necesaria una infancia más sana y protegida ya con los niños son muy vulnerables. El modelo familiar es muy importante para evitar las conductas disruptivas.
En el contexto escolar se producen infinidad de interacciones entre las que podemos observar el estilo de cada alumno y alumna en las relaciones sociales y en la resolución de conflictos; algunas de estas conductas pueden ser catalogadas como disruptivas; las mismas pueden afectar con la relaciones sociales entre adultos o con sus pares; a las posteriores estrategias de interrelación o las que dificultan el aprendizaje; pueden afectar la armonía y supervivencia del grupo en el ámbito del aula. Características que pueden representar dichas conductas:
Muestran dificultad en organizar y terminar trabajos.
No escuchan las instrucciones dadas por el docente
Se distraen con frecuencia y facilidad
Son impulsivos y desordenados
Son descuidados con su aspecto físico y con sus cosas personales
No respetan los turnos que les corresponden
No juegan durante mucho tiempo seguido con otros niños de su edad.
Casi nunca tienen lápiz, borrador, sacapuntas por descuido los tiran.
Muestran bajo rendimiento escolar por no preocuparse en el aula.
Desde el hogar los Padres deberían conversar con sus hijos a cerca de las emociones, es decir lo que les provoca alegría, sorpresa, tristeza, ira, asco, miedo (emociones básicas) realizarlo todos los días, así como situaciones que lo dañan y dañan a otros; construir un vinculo de mayor contención, amor, respeto, para evitar malas conductas en un fututo, entender y respetar al otro como persona; también ayudar al colegio con estrategias que propongan para trabajar en equipo. Es importante saber que este tipo de conductas pueden aparecer porque; los niños no tienen límites ni normas en el hogar; también cuando no se sienten seguros en su entorno; y cuando sienten confusión. De esta manera también estamos previniendo otro tema tan complejo como es el bullying que tanto mal hace a las personas más vulnerables.
