Desde un tiempo a esta parte viene ocurriendo una preocupante sucesión de hechos vandálicos en distintos puntos de la ciudad. Contra las bienes públicos pero también contra los privados. A mediados de marzo de este año el gobierno municipal denunciaba los desmanes que se producían en algunos espacios públicos: pintadas de leyendas …
políticas en el recién restaurado murallón de ingreso del Parque General San Martín y en la Asociación de Tejo; numerosos destrozos en la calesita del parque; destrucción, casi completa de bancos y parrillas y la destrucción de la planta de ósmosis Nº 1 – lindante al Centro de Salud, “Dr. Norman Moscato.
Pero el vandalismo apunta también contra los bienes privados y numerosos son los vecinos a los que ya perjudicaron: espejos de autos “arrancados” de cuajo, rayaduras, rupturas de vidrios de autos , de locales y de fábricas que se repiten una y otra vez, cuando no autos literalmente prendidos fuego. El fenómeno es cotidiano y se agudiza los fines de semana, en donde se presume que la nocturnidad, a la que se suma, el consumo excesivo de alcohol, son dos agravantes que los aumentan. Todo sucede a la vista tanto de los ciudadanos como de las fuerzas de seguridad que, se encuentran de manos atadas, a la hora de enfrentar el problema. Detenidos los menores, y gracias a que son tales, poco tiempo quedan retenidos y poco se puede hacer para evitar que vuelvan a reincidir.
En la foto que está en esta página, capturada por un video de seguridad de una empresa local, se puede ver, cómo un grupo de menores, pasa impunemente por al lado de un auto que está estacionado (propiedad del empleado de la fábrica Villa Zappa), y con total impunidad , uno de ellos asesta un golpe seco a uno de los espejos laterales. El video, muestra también que a diferencia de lo que se espera, los jóvenes, sin aumentar la velocidad de su paso, continúan marchando sin ningún tipo de reparo ni de temor.
Teorías y más teorías
Existen numerosas teorías que explican cuáles son las causales por los que los menores apuntan a la delincuencia. Ellas van desde la necesidad de cariño y la búsqueda de identidad hasta las ansiedades propias de quienes transitan por esa etapa. Pero buscar las innumerables causas no deben obstaculizar o posponer la búsqueda de las soluciones. Además de que la edad no excusa los actos, ni justifica la protección de quienes los cometen. Los perjudicados , que cada vez son más, buscan soluciones urgentes, ante las presuntas “inoperatividad” de las fuerzas de seguridad e indiferencias del estado, en este caso municipal.
Nada es más desaIentador en cuanto al problema de la delincuencia de menores que la falta de soluciones claras e inmediatas. Es indudable que la mayor parte de las personas cuyas vidas se ven afectadas por esa delincuencia (aun cuando sea ligeramente) quieren un plan de acción inmediato y de eficacia a toda prueba..
Soluciones a largo plazo
Los especialistas aseguran que no existen soluciones mágicas o a corto plazo. Un informe de la UNESCO denominado “La delincuencia de menores: un problema del mundo moderno” identifica las causas, enumera las teorías y asegura que el flagelo solo puede solucionarse con la participación de todos los actores de la comunidad. Y cuatro de ellos serían las columnas vertebrales: la escuela, la familia, la policía y el mismo estado.
Policía, estado y vandalismo
Para enfrentar el vandalismo se requieren acciones públicas integrales que llevan mucho tiempo hasta ver los resultados de su eficiencia. Sin embargo, en el corto plazo y en el mientras tanto el estado hago lo que debe hacer, la función cotidiana de las fuerzas de seguridad, en cuanto a su rol de vigilante público, es esencial.
Desde la policía comunal han sido numerosas las declaraciones en que aseguran que, con las leyes imperantes, están de manos atadas y que no pueden estar siempre en todas partes y en todo momento para evitar este tipo de desmanes. Si bien esta argumentación es válida es cierto que aún así, tiene herramientas o puede crearlas para atenuar el vandalismo en menores. Más teniendo en cuenta que, en muchos casos, la policía es el primer contacto oficial entre el menor delincuente y la ley. “EI funcionario o policía especializado en cuestiones de menores es quien más frecuentemente debe decidir si se deja en libertad al menor después de reprenderle, o si se le hace comparecer ante un tribunal de menores o cualquier otro organismo establecido para ocuparse de ellos. Además vigila los lugares donde se reúnen los menores para jugar o divertirse -salas de baile, salones de cine, parques públicos, las esquinas de las calles. La comprensión de la delincuencia por el policía puede medirse claramente por su actitud ante los menores delina3 Lo que puede hacer la comunidad cuentes, que no debe ser excesivamente rigurosa ni, claro está, demasiado negligente”, asegura el informe de la UNESCO, La Delincuencia de menores, un mal del mundo moderno.
Algunas propuestas
El informe de la UNESCO propone varias alternativas para la labor policial con los menores. Una de ella es la solicitud a ámbitos gubernamentales superiores de policías especializados en el tema de minoridad, así como también la creación de una oficina auxiliar especializada en menores dentro de las comisarías. En algunos países, la evolución de la labor policial creado acciones preventivas más definidas. Por ejemplo Liverpool funciona desde 1949 un programa ( The Liverpool City Police Juvenile Liaison Scheme D). Su objeto es ocuparse de los menores de diecisiete años de edad que dan pruebas de ciertas anormalidades de comportamiento o que han cometido ya pequeñas faltas. Por los trámites normales, la policía encomienda a los muchachos al oficial de enlace con la juventud». Después de celebrar una entrevista con el menor en cuestión, los funcionarios de policía tratan de obtener la cooperación de la familia y de la escuela del menor. Posteriormente, acuden a los servicios oficiales o privados competentes: círculos juveniles, funcionarios encargados de la libertad condicional en régimen de prueba, servicios sociales escolares, servicios de asistencia a las familias, con el fin de obtener la ayuda y los refuerzos convenientes”.