Paul McCartney ha captado la atención global al unirse a una protesta directa y sonora (o más bien, «silenciosa») contra el uso no autorizado de material con derechos de autor por parte de las empresas de Inteligencia Artificial (IA).
McCartney forma parte de un álbum de protesta impulsado por la industria musical, titulado «¿Es esto lo que queremos?», que compila «melodías silenciosas» de varios artistas de renombre. Según reportó el diario británico The Guardian, el objetivo de esta inusual compilación es presionar al Gobierno del Reino Unido para que frene a las compañías tecnológicas que están entrenando sus modelos de IA con contenido creativo sin el debido permiso ni remuneración.
La contribución de McCartney al álbum, descrita por la prensa británica, es una pieza que inicia con unos segundos de siseo de cinta, seguidos de ruido indefinido y susurros, culminando con un fundido lento. Lejos de ser obras pegadizas, estas pistas apenas emiten un leve siseo o ruidos sordos. Esta medida radical busca visibilizar el uso injusto de la propiedad intelectual de los músicos. El diario británico subraya que, si no se regula, el ecosistema creativo podría verse gravemente afectado y la música original, en esencia, «silenciada» por la máquina.
McCartney expresó su profunda preocupación ante el avance descontrolado de esta tecnología. «Debemos tener cuidado, porque podría descontrolarse y no queremos que eso ocurra, sobre todo para los jóvenes compositores y escritores, para quienes quizá sea la única forma de labrarse una carrera,» afirmó el ex-Beatle. Y añadió con tono de advertencia: «Si la IA acaba con eso, sería realmente lamentable».
Otros artistas de peso que han manifestado su apoyo a la iniciativa son Sam Fender, Kate Bush, Hans Zimmer y Pet Shop Boys. El compositor Ed Newton-Rex, uno de los impulsores del álbum, manifestó su inquietud ante lo que considera una mayor prioridad del Gobierno por las grandes empresas tecnológicas estadounidenses en detrimento de los creativos británicos. El lanzamiento de este álbum intensifica la campaña para que el Gobierno británico impida a los desarrolladores de IA utilizar obras creativas sin el consentimiento explícito y la correspondiente remuneración por derechos de autor.
Previamente, el ex Beatle había firmado una carta abierta junto a más de 400 artistas de renombre global —incluidos Elton John, Coldplay y Dua Lipa—, instando al Gobierno a tomar medidas concretas para proteger a la industria musical británica de la tecnología.
El punto de fricción es un proyecto de ley impulsado por el ejecutivo laborista, que se espera presentar en 2026. Esta normativa busca introducir una excepción a la ley de derechos de autor, facilitando que las grandes tecnológicas utilicen contenidos creativos para entrenar sus modelos de IA sin necesidad de obtener la autorización de los autores ni de remunerarlos.
Esta propuesta ha provocado una fuerte indignación en el sector. Una encuesta reciente, realizada por la asociación UK Music entre artistas y productores y publicada el pasado miércoles, refleja este temor: dos de cada tres encuestados consideran que la Inteligencia Artificial representa una amenaza directa para su carrera profesional.





