Si bien hay ciertos procesos de la edad que no se pueden detener, un estudio demostró que el ejercicio de pesas puede proteger de algunos daños en la vejez.
Una gran parte de la población global vive cada vez más años, por lo que preservar una buena calidad de vida en la vejez se ha vuelto una necesidad cada vez más imperiosa, incluyendo mantener los músculos funcionando lo mejor posible a través del ejercicio.
Ciertos procesos biológicos no se pueden detener frente al paso del tiempo, pero las investigaciones han demostrado que la dieta saludable y mantenerse en movimiento pueden proteger contra algunos de los daños que aumentan la vulnerabilidad.
De hecho, el cuerpo comienza a perder masa muscular antes de los 40 años, causado en parte por una reducción en las fibras musculares que ocurre por la descomposición de neuronas motoras, que son células en el cerebro y la médula espinal encargadas de decirle al cuerpo cuando moverse.
Aunque esta reducción no se puede parar, un nuevo estudio muestra que se puede ralentizar significativamente. En resumidas cuentas, se descubrió que levantar pesas puede fortalecer las conexiones entre los nervios y los músculos, y que este fortalecimiento aún puede ocurrir en la vejez.
Nunca es tarde para comenzar
Para el estudio se incluyó a 38 varones sanos con una edad promedio de 72 años, a quienes se les pidió que realizaran un entrenamiento de levantamiento de pesas bastante intensivo durante 16 semanas. Otro grupo de 20 personas de misma edad promedio no hizo el entrenamiento con pesas y se utilizó como grupo de control.
Las sesiones se realizaron tres veces por semana. Tras dos meses, a la mitad del experimento, se pudieron ver las diferencias en el tamaño muscular y la forma física. Los investigadores recolectaron biopsias musculares y encontraron cambios en los biomarcadores.
Los resultados indicaron que el entrenamiento con pesas puede ralentizar parte de la ruptura entre los músculos y el sistema nervioso, aunque sin revertirla.
Por otro lado, los investigadores sugirieron que comenzar más temprano en la vida puede ayudar a acumular «reservas» a las que el cuerpo puede recurrir. Aun así, “el estudio muestra que, aunque comience tarde en la vida, aún puede marcar la diferencia», señaló Søndenbroe.
A pesar de que los experimentos fueron en varones, los investigadores creen que también aplica a las mujeres. Por ejemplo, dado que son más propensas a la osteoporosis, igual se beneficiarán del entrenamiento de resistencia.
«Ahora necesitamos determinar qué mecanismos específicos hacen que el entrenamiento con pesas fortalezca la conexión con el sistema nervioso», advirtió Søndenbroe. «Para hacer eso, necesitamos introducir diferentes métodos, aunque nuestro objetivo sigue siendo asegurarnos de que la mayor cantidad posible de personas mayores no solo vivan más tiempo, sino que también experimenten bienestar».
La investigación fue publicada en el American Journal of Physiology: Cell Physiology.
(Urgente 24)