Los números van en sintonía con el alza del rubro alimentos que en el último año se disparó 54,7%.
La inflación no da tregua. Ayer el Indec informó el aumento más alto en lo que va del año con 4,7% en marzo, en los últimos tres meses acumula un 11,8% y medida de manera interanual trepó a 54,7%.
En el rubro alimentos y bebidas los números fueron todavía más inquietantes: 6% en marzo, 15,8% en tres meses y 64% en relación a 2018. Como era de esperarse el consumo se derrumbó a la par de la disparada de los precios.
De acuerdo con un estudio privado, las ventas de los productos que integran la canasta básica (alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza) registraron en el último mes una caída del 8,7% en volumen.
De esta manera, con la baja de marzo, el primer trimestre del año cerró con un descenso del 7,3%, según la medición de Scentia, que inició su medición hace tres años.
«Para nosotros se trata de la baja más pronunciada. Para encontrar un número más negativo hay que retrotraerse a la crisis de 2002/03«, explicó Osvaldo del Río, director de Scentia.
El impacto en el consumo fue generalizado y no perdonó ningún rubro o categoría de la canasta básica. Las bebidas sin alcohol lideraron la caída, con una performance de casi 15% por debajo de los volúmenes de marzo de 2018.
Casi igual de mal le fue al segmento de limpieza del hogar (-12,3%), mientras que bebidas con alcohol y golosinas también se anotaron con una baja de doble dígito en unidades (-10,4 y -10,3%, respectivamente).
Los rubros menos golpeados fueron alimentos básicos e higiene y cosmética, que igualmente mostraron un desempeño pobre, con bajas de 6,3 y 7,2%, respectivamente.
Por canales, los más afectados continuaron siendo los pequeños autoservicios, con una caída en las ventas que llegó al 10% contra el 7,2% que retrocedieron las cadenas de supermercados.