Tras varios meses de relativa estabilidad, el precio de la carne volvió a registrar incrementos en noviembre y podría aumentar hasta un 15% en las próximas semanas. La suba responde al encarecimiento del ganado en pie, a factores climáticos que afectan la oferta, a la menor disponibilidad de hacienda y a la expectativa por una mayor demanda de exportación hacia Estados Unidos.
Según datos oficiales, en los últimos meses los precios de los cortes bovinos habían crecido por debajo de la inflación, pero esa tendencia se revirtió. Los productores atribuyen el cambio a una reducción en la oferta y al fin de un ciclo de estabilidad que se había mantenido desde el invierno.
Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), explicó que en los últimos días el precio del ganado subió entre 100 y 200 pesos por kilo, con valores actuales de $3.500 para el consumo interno y de hasta $4.000 para la exportación. “Es posible que vuelva a aumentar por falta de hacienda. Para confirmar el impacto final habrá que esperar a los últimos días del mes”, señaló.
Schiaritti descartó que se trate de una maniobra especulativa y sostuvo que el ajuste es de carácter estacional, propio de esta época del año, cuando comienza a escasear la hacienda nacida el año anterior. El impacto en los mostradores, anticipó, se sentirá entre fines de noviembre y comienzos de diciembre.
El propietario de una cadena de carnicerías bonaerense, describió una fuerte caída en el consumo: “Hoy la gente compra dos mil pesos de carne. Los aumentos rondan el 20% y la situación está más difícil que en 2001”, afirmó. Actualmente, los cortes más tradicionales se ubican entre los $13.000 y los $18.000 por kilo, y podrían superar los $20.000 si se convalida la nueva suba.
Paralelamente, la industria frigorífica mira con expectativa la posible ampliación de la cuota de exportación de carne a Estados Unidos, que podría cuadruplicarse de 20.000 a 80.000 toneladas anuales. Voceros del sector celebraron la medida, aunque advirtieron que el aumento de la demanda externa podría presionar aún más sobre los precios locales en un contexto de menor disponibilidad de hacienda. Según datos del sector, la faena de vacas cayó a niveles históricamente bajos, alcanzando un 47% en septiembre.





