Desde este sábado y por una semana, la ciudad de 25 de Mayo retrocederá a fase 3 del aislamiento, con algunas particularidades pero restringiendo principalmente todas las actividades al aire libre. Esto se debe a últimos casos positivos de Covid-19 detectados que no presentan un claro nexo epidemiológico, y a los 30 casos en análisis (otros 7 hay en el Norte del distrito) que persisten a partir de la importante demora que se registra en los laboratorios de Junín y Bolívar, adonde se envían las muestras, que podrían exponer la presencia de circulación viral comunitaria.
Así lo confirmó el intendente Hernán Ralinqueo, al señalar que “en este momento tenemos una situación sumamente compleja, que nos puede poner en un escenario más grave si no se toman medidas urgentes”, anticipando la posibilidad “de que tengamos más casos positivos en los próximos días”.
De esta forma remarcó la decisión del Comité de Crisis municipal de volver a fase 3, “con un esquema que no genere una complicación para los trabajadores”, aclaró, acentuando en que “tenemos que frenar el avance del virus porque no hay nexo epidemiológico claro en varios de los casos positivos”.
Junto al secretario de Gobierno Nicolás Lorenzo, y a los directores médico y asociado del Hospital Unzué Manuel Martínez e Inés Muñoz respectivamente, el mandatario comunal hizo hincapié también en el importante número de vecinos aislados (192 según el informe de anoche), que desde este viernes serán controlados por Bomberos Voluntarios.
Las restricciones por fase 3 tienen que ver principalmente con la reducción de la circulación y el estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios. Los trabajos en obras continuarán, aunque con mayores recaudos en cuanto a la cantidad de trabajadores y el espacio donde se desenvuelven.
El Municipio convocará este viernes a constructores para informarlos, y también se reunirá con comerciantes para explicar el nuevo escenario. En este sentido, se verán afectados los gastronómicos, que podrán seguir funcionando en la modalidad de delivery o take away, lo que implica que la gente puede ir hasta el local a buscar el producto, pero no puede ingresar ni permanecer en el interior del inmueble.
La afluencia de vecinos en los espacios públicos es lo que preocupa a las autoridades comunales y sanitarias, por lo que se restringirá su libre acceso. Además, por una semana se prohibirán las actividades deportivas y físicas al aire libre, como así también las que se venían realizando en talleres (como los de danza y teatro), y en espacios cerrados, como los gimnasios. De la misma forma se verán afectadas todas las reuniones religiosas y el funcionamiento de los lavaderos de autos.
(Fuente: La mañana)