Por Juan Manuel Jara
Diciembre. Además de la época navideña también es el mes en donde, en la mayoría de los distritos, se discute, vota, el presupuesto para el siguiente año. En 9 de Julio, esta noche está la sesión preparatoria en el Concejo Deliberante sobre este tema, el cual será votado dentro de siete días. El mismo incluye un fuerte aumento de tasas, una medida que marca por un lado, la desconexión absoluta con lo que ocurre puertas afuera del Palacio municipal y, evidentemente, busca solo inyectarle más caudal de dinero a un municipio en rojo y que no da señales de austeridad. Claro, el que debe pagar por eso es, obviamente, el vecino.
Se alega que “no se puede desfinanciar al municipio”, una falacia en un contexto local muy complicado por las consecuencias de una año bajo el agua, pésimos servicios públicos y una estructura “mamotétrica”. No se puede seguir dando más plata a quien no hace bien las cosas. Ahora toca que del otro lado haya un gesto. Y eso no es desfinanciar sino, ponerse los pantalones largos y decirle a la actual gestión “ahora te toca a vos”. Evidentemente es una cuestión de voluntarismo político, porque en otros distritos, en un contexto similar a 9 de Julio, las cosas se proponen hacerse de diferente manera.
Es el caso, por ejemplo del municipio de 25 de Mayo, bajo la gestión del intendente Ramiro Egüen, presentó el Presupuesto 2026 y una nueva ordenanza fiscal que contempla la eliminación de más de diez tasas locales, en lo que el Ejecutivo califica como la reducción impositiva más importante en la historia del distrito. El proyecto, elevado al Honorable Concejo Deliberante, se enmarca en un presupuesto municipal superior a los 39 mil millones de pesos y busca simplificar el sistema tributario mediante la quita de gravámenes que el gobierno local considera obsoletos o burocráticos.
La medida apunta a beneficiar directamente a comerciantes, productores rurales, emprendedores y prestadores turísticos a través de la baja total de tributos históricos, entre los que se destacan las tasas de Habilitación de Comercios e Industrias, Inspección de Seguridad e Higiene, y Habilitación Turística Municipal. Asimismo, se prevé la eliminación de cargos por Inspección de Alojamientos Temporarios, Inspección Veterinaria, Control de Marcas y Señales, Publicidad y Propaganda, y Servicios Especiales de Limpieza e Higiene.
Desde la comuna señalaron que esta decisión estratégica pretende reducir los costos operativos y las demoras administrativas, enviando una señal de previsibilidad para quienes invierten en la localidad. El esquema propuesto mantiene la actualización trimestral de los tributos vigentes, con el objetivo de garantizar la estabilidad normativa y la seguridad jurídica durante el próximo ejercicio.
Parece que “sí, se puede” pero que acá “no se quiere”.





