Las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires marcaron un cambio profundo en el panorama político del distrito. Los porteños consolidaron el retroceso del PRO como fuerza dominante —partido fundado por Mauricio Macri y hegemónico desde 2007— al acompañar la estrategia de polarización impulsada por La Libertad Avanza. La lista encabezada por Manuel Adorni obtuvo el 30,13% de los votos y se posicionó como la principal fuerza en la Legislatura porteña.
Muy cerca, en segundo lugar con el 27,4%, se ubicó Leandro Santoro, candidato de Es Ahora Buenos Aires, una coalición integrada por sectores del peronismo, un ala de la UCR y agrupaciones progresistas de centroizquierda. En tanto, la gran derrotada de la jornada fue Silvia Lospennato, candidata del macrismo, que alcanzó apenas el 15,82%, muy por debajo de las expectativas. Lospennato fue la elegida por Macri para enfrentar a Javier Milei en la ciudad.
El regreso electoral de Horacio Rodríguez Larreta tampoco logró revertir la caída del oficialismo porteño: su espacio obtuvo solo el 8,6%. Por su parte, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad alcanzó un 3,15%, logrando ingresar representantes a la Legislatura. En cambio, el resto de los espacios no superó el umbral mínimo. Uno de los casos más significativos fue el del radicalismo representado por Evolución, que obtuvo apenas un 2,32%.
La derrota del oficialismo porteño fue contundente. La sumatoria de los votos del PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el larretismo apenas se aproximó al caudal conseguido por Santoro en soledad. A modo de contraste, en las elecciones de 2023 —cuando se votó conjuntamente jefe de Gobierno y presidente— Juntos por el Cambio había alcanzado el 44% en la ciudad.
Además, los comicios de este domingo se vieron marcados por una participación históricamente baja. Solo el 53,45% del padrón asistió a las urnas, según datos del Instituto de Gestión Electoral. Se trata del nivel de participación más bajo desde que la Ciudad de Buenos Aires cuenta con autonomía electoral (1996). Hasta ahora, los registros más bajos habían sido 69,7% en 2003; 70,2% en 2007; y 73% en 2005.
Aunque la performance de Santoro fue inferior al 32% que había obtenido como candidato a jefe de Gobierno en 2023, su espacio logró imponerse en comunas donde hasta ahora no había tenido victorias, consolidando su rol como principal fuerza opositora en la ciudad.