A pesar de los esfuerzos desesperados por detenerlo del viernes pasado hasta bien entrada a noche, la semana arranca finalmente con el paro de trabajadores municipales, el cual se extenderá, en principio, por tres días.
Principalmente convocado por ATE, y con una situación sinuosa de los otros gremios municipales que tampoco acordaron en la última reunión paritaria pero que no acompañan la medida de fuerza, en una situación particular porque los reclamos son de todos los empleados y los eventuales beneficios también lo serán, independientemente del gremio al cual estén afiliados.
El fracaso de la reunión mensual del salario en sus dos instancias y, una vez anunciada la medida el martes pasado, los intentos en primera persona de la Intendente Gentile tratando de acercarse infructuosamente en la propuesta municipal, ya con el paro sobre el calendario y después de una una semana dura para la gestión, el viernes hubo reuniones de los equipos legales del Municipio y de ATE que tampoco llegaron a buen puerto por más que la parte oficial mejoró la oferta. Pero la cuestión es que a esta altura no hay confianza y casi nula credibilidad de que lo que se prometa se cumpla.
El martes próximo, en la reunión en la oficia del Ministerio de Trabajo, será en donde quizás se pueda resolver una situación que tendrá un nuevo capitulo en unos días cuando, como pasa mes a mes, nuevamente tengan que sentarse a la mesa para negociar los ajustes a los salarios de los municipales. Hasta ahora no se sabe de recortes o reorganización de la parte dirigencial donde los sueldos son muchísimo más importantes. Mientras tanto, una medida que impacta de lleno en una gestión tambaleante y que afecta la prestación de servicios básicos.





