Por Eduadro Cerdeira
Este sábado, 8 de marzo, se cumplen 20 años de la desaparición física del ex Intendente de Nueve de Julio, Martín Darío Callegaro, quien falleció trágicamente en la Ruta Nac 5, en un accidente automovilístico, regresando desde la Casa Rosada, donde gestionaba un plan de viviendas para su gente.
Los aniversarios son momentos propicios para tener una visión retrospectiva de los hechos que se recuerdan. Callegaro fue el intendente de Nueve de Julio más joven, siendo electo a sus 34 años. A principio de los años 2000, al clima de encendidos debates, desocupación y hambre a nivel nacional, se unía el malestar generalizado hacia toda la clase política, con el “que se vayan todos”, él nos sorprendió venciendo en las elecciones por amplio margen al candidato por la UCR, Walter Batistella, siendo electo Intendente en 2003.
Tenía un estilo muy personal, popular; fresco y alejado de todas las formas convencionales de hacer política. Como Intendente es sumamente informal, nada acartonado y detestaba los honores del protocolo.
A diferencia de sus antecesores locales y de muchos políticos provinciales y nacionales, Martin no rehuía al contacto directo con la gente, cara a cara con su pueblo. Además de atender gente en su despacho de Intendente, cuando terminaba su jornada, atendía vecinos en su casa.
El creía que Nueve de Julio podía encabezar el desarrollo social, cultural y productivo de la región. Que debía hacerse realidad aquello de la «Perla del Oeste», y que, dado la simultaneidad con el proyecto nacional y popular impulsado por Néstor Kirchner, aquel era el momento acorde para hacerlo. En su gran discurso en la fiesta del pueblo 2004, dirigiéndose al Ministro Aníbal Fernández, dice: «…dígale al Sr. Presidente que nos hemos arremangado para ponernos a trabajar junto a él…».
Evidentemente su muerte derivó en una crisis política en el justicialismo local, que todavía sigue extrañándolo. Después de su fallecimiento, se produjo en sus militantes una mutación ideológica que dio luz a un peronismo basado en proyectos personales, montado en intereses particulares. Los dirigentes supieron tomar distintos atajos para dividir el partido, a la medida de sus ambiciones, pero nunca lograron recuperar el poder.
Martín para los peronistas dejó un ejemplo, para la comunidad dejó un sentimiento por el compromiso con la solidaridad y el recuerdo de su conducta ejemplar.
Desde el Consejo del Partido Justicialista de Nueve de Julio recordamos con nostalgia y afectuosamente a Martín Darío Callegaro a 20 años de su paso a la inmortalidad.