10 Dic 2025
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Nueve de Julio

La CGT en Pie de Guerra

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha elevado su nivel de confrontación con el Gobierno de Javier Milei ante la reforma laboral presentada por la gestión libertaria. La central obrera, que había mantenido una postura de colaboración tras un acercamiento inicial con el oficialismo, ahora amenaza con judicializar el proyecto y paralizar sectores clave de la economía, como Vaca Muerta, si se mantiene la limitación de la cuota sindical que el Ejecutivo planea incluir en la reforma.
La discusión sobre la reforma laboral comenzó con un intento de la CGT por negociar una serie de ajustes con el Gobierno, especialmente en lo que respecta a la financiación de los sindicatos. Sin embargo, el Ejecutivo se ha mantenido firme en su postura de eliminar la cuota sindical obligatoria, lo que, según la central obrera, pondría en peligro la supervivencia misma de los gremios.

Los Sindicatos en la mira

El Consejo de Mayo, convocado por Milei en 2024, fue el escenario donde se discutieron las reformas clave para el Gobierno, incluida la reforma laboral. En sus reuniones, la CGT intentó negociar un paquete de modificaciones que equilibrara las demandas de los trabajadores con las reformas que el oficialismo impulsa. Sin embargo, según fuentes cercanas a la central, las negociaciones con los representantes del Gobierno, como el jefe de Gabinete Manuel Adorni y el ministro Diego Santilli, se rompieron cuando estos no cumplieron con los acuerdos previos. La eliminación de la cuota sindical solidaria se presentó como uno de los puntos más controvertidos.
La CGT considera que esta medida golpea de forma directa la autonomía financiera de los sindicatos, que dependen de estas cuotas para su funcionamiento. Además, argumentan que el recorte de este recurso podría llevar a una fragmentación del movimiento sindical, debilitando su capacidad de acción y negociación.

Amenaza de paros

Ante la negativa del Gobierno a modificar el proyecto, la CGT ha decidido activar un plan de acción que podría incluir paros sectoriales y movilizaciones en distintas regiones del país. Un sector particularmente sensible es Vaca Muerta, el gigantesco yacimiento de petróleo y gas en Neuquén, vital para la economía argentina y para las exportaciones de energía. La central obrera ha dejado claro que, si el Gobierno persiste en su postura, no dudarán en paralizar actividades en la región, un golpe directo a las cuentas fiscales y a la estabilidad energética del país.
Asimismo, los gremios han dejado entrever la posibilidad de convocar a un paro general si la reforma sigue adelante sin modificaciones. Esta amenaza de movilización, que incluiría a varios sectores estratégicos de la economía, podría convertirse en una de las mayores disputas entre el Gobierno y los sindicatos en lo que va de la gestión de Milei.

Nueva estrategia sindical

Pese a la creciente tensión, la CGT ha intentado buscar acuerdos con el Gobierno y los gobernadores provinciales. En una serie de reuniones mantenidas en las últimas semanas, la central sindical ha tratado de ganar aliados en el Congreso y en las provincias, conscientes de que la reforma laboral necesita pasar por el legislativo, donde el apoyo político será clave.
En este sentido, los líderes sindicales se han reunido con gobernadores como Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Axel Kicillof (Buenos Aires), a quienes les transmitieron su preocupación por las implicancias de la reforma. Además, la CGT ha buscado el respaldo de figuras clave en el Congreso, como Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto, quienes habrían prometido apoyar sus demandas en el Senado.
Sin embargo, el desafío para la CGT radica en su capacidad de movilizar a las bases y generar una presión efectiva sobre el Gobierno. El hecho de que el Gobierno de Milei goce de un respaldo popular significativo, según las encuestas, complica el panorama para los sindicatos, que temen no contar con el apoyo necesario para frenar la reforma en las urnas.

Futuro incierto

El futuro de la reforma laboral está lejos de estar decidido. Mientras el Gobierno mantiene su firmeza en cuanto a la limitación de las cuotas sindicales, la CGT ya ha dejado claro que no se quedará de brazos cruzados. La posibilidad de una judicialización del proyecto está sobre la mesa, con la central obrera dispuesta a recurrir a los tribunales si el Ejecutivo persiste en su plan de modificar profundamente las condiciones de los trabajadores y los sindicatos. La reforma laboral de Milei representa uno de los desafíos más grandes para la central obrera desde el retorno de la democracia. La CGT, que durante años fue un actor clave en la política argentina, enfrenta ahora un escenario incierto, donde la disputa por la supervivencia de los gremios y la preservación de los derechos laborales será crucial para definir su futuro.

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