Las cosas están cambiando en economía, por eso trataremos de ver qué pasa cuando todo cambia y los economistas nos seguimos manejando con algunas viejas teorías. Me estoy refiriendo a lo que se llama la nueva ciencia de las decisiones, la Neuroeconomía.
Se me ocurrió este tema releyendo un libro de un colega, dónde cuenta un chiste de economistas, y es algo así, ¿Que hace un economista si se le pregunta cuál es comportamiento de un elefante? Respuesta: Se encierra en una pieza a solas y oscuras y dice, a ver… – ¿Qué haría yo si fuese un elefante? Ni más ni menos, esto es decir que, cuando los economistas desarrollan un modelo, consideran que los agentes económicos se comportarán como un individuo típico, y además sus decisiones serán racionales y maximizan una función de utilidad sujeta a unas restricciones.
Ví por ahí que el primer cepo cambiario fue en año 1948 decretado por Perón, y no se entregaban divisas para ir al exterior, ¿Ud. piensa que esa medida generaba los mismos comportamientos que hoy? Seguro que no, aunque no sea una buena medida, con seguridad las decisiones de los individuos fueron diferentes.
Los economistas estudian el comportamiento, entre ellos el premio nobel de Economía 2017 Richard Thaler, que fue premiado por su teoría sobre el comportamiento irracional en la vida económica.
La cuestión es que, para el consenso de los Economistas, la Neuroeconomía ha venido para quedarse, de la mano de las Neurociencias que cortan transversalmente las Ciencias Sociales y por supuesto la Economía no quedará inmune.
Por ej. Lo que se llama Teoría de la Perspectiva, que dice más o menos que nos dolerá más sufrir una pérdida que dejar de percibir algo (lucro cesante), pagar un recargo nos dolerá más que dejar de beneficiarnos con un descuento.
Estas disquisiciones hacen pensar que las medidas económicas que propongan los políticos, tendrán un componente emocional y no será indiferente la forma y el momento en que se comunique.
Vale recordar que a fines de los 80, azotado el país por una hiperinflación, el Dr. Pugliese devenido en Ministro de Economía, después de un discurso dijo algo así “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”, le salió mal, pero genera la expectativa de que en un futuro pueda aprovechar nuestra cognición en el planteo de políticas públicas.
Otro ejemplo de como las decisiones pasarán por las emociones, es la teoría de Marcador Somático desarrollada por el Dr. Antonio Damasio, neurólogo Portugués, que dice que “Podemos tomar decisiones sin pasar por la razón, utilizando un mecanismo emocional e inconsciente, construido en base a marcadores somáticos. En principio plantea que las experiencias evocan sentimientos, es decir, reacciones a través del sistema nervioso automático. Estos sentimientos son almacenados como marcadores junto a la memoria y la experiencia específicas. Se lo simplifico, si alguna situación le produce una sensación, la próxima vez, cuando se vuelva repetir, aparecerá esa sensación inconscientemente.
Así que amigos, la neurociencias, y de ahí un desarrollo de conocimientos, pondrán en juego nuestro comportamiento, por ejemplo, aunque sea lo mismo no le suena mejor “precios cuidados, que control de precios”.
La psicología cognitiva, la economía del comportamiento, la somatización de emociones etc. etc. serán cosas que veremos más a menudo, la seguiremos.
Lic. Hugo Enrique Merlo





