Jueza de Faltas condenada, su abogado también, y la intendenta se niega a removerla del cargo
La ciudad bonaerense de 9 de Julio atraviesa una grave crisis institucional que sacude los cimientos de la legalidad y la ética pública. La jueza de Faltas N° 1, María Florencia Valinoti, fue condenada por la Justicia Penal a un año y seis meses de prisión en suspenso, inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos por el doble de ese tiempo, y pago de costas, al ser hallada penalmente responsable de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de instrumento público, en concurso ideal.
La sentencia fue dictada por la Dra. María Teresa Bomaggio, titular del Juzgado en lo Correccional N° 4 del Departamento Judicial de Mercedes, sobre hechos cometidos por Valinoti en el ejercicio de su función como jueza. A pesar de la firmeza del fallo, y de la inhabilitación expresa, la funcionaria continúa al frente del Juzgado de Faltas N° 1, dictando resoluciones y actuando en representación del Estado municipal.
Cabe señalar que Valinoti fue designada en su cargo de manera directa, sin mediar ningún procedimiento de selección pública ni concurso de antecedentes y oposición, durante la anterior gestión del ex intendente Mariano Edmundo Barroso, perteneciente al mismo espacio político que la actual intendenta María José Gentile. La falta de transparencia en su nombramiento, sumada a su permanencia pese a una condena penal firme, profundiza la crisis institucional que atraviesa el municipio.
El caso adquiere aún mayor gravedad al revelarse que el Dr. Eduardo Aníbal Vaira, abogado defensor de Valinoti, fue condenado, en otro proceso penal, por el uso de documento público falso. Pese a contar con una sentencia firme en la vía ordinaria, Vaira continuó interponiendo recursos judiciales para dilatar el cumplimiento de la condena de Valinoti, lo que agrava el contexto de irregularidades y falta de transparencia que rodea al expediente.
Lo más inquietante es que, a pesar de la gravedad de los hechos, la Intendenta Gentile ha optado por no destituir a la jueza condenada, permitiéndole continuar al frente del juzgado a pesar de estar legalmente inhabilitada. Esta decisión ha provocado duras críticas desde diversos sectores políticos, jurídicos y ciudadanos, y abre la puerta a posibles consecuencias penales para la jefa comunal.
Desde el ámbito jurídico se analiza si el accionar de la intendenta configura el delito de encubrimiento, al permitir que una funcionaria condenada e inhabilitada continúe en funciones, eludiendo los efectos jurídicos de su sentencia. También se mencionan posibles figuras penales como el abuso de autoridad y el incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Lo anticipado
Desde esta mismísima sección se advirtió con claridad sobre la irregular situación de la jueza María Florencia Valinoti y la pasividad del Ejecutivo municipal mucho antes de que el escándalo estallara públicamente.
Esto fue en las publicaciones del 3 de febrero de este año, del 24 de febrero y del 7 de abril.
Desde este medio se expusieron datos, señales de alerta y omisiones graves por parte de las autoridades. Lo que hoy conmociona a la ciudadanía y al ámbito político ya había sido señalado como un problema institucional inminente.
La permanencia de una jueza condenada e inhabilitada en su cargo, con el aval implícito del Ejecutivo municipal, no solo vulnera los principios básicos del Estado de derecho, sino que erosiona la confianza ciudadana en las instituciones. La legalidad, la ética y la responsabilidad pública no pueden ser selectivas ni negociables.
Reflexión final
“Mi abuelo solía pedirme que llenara un balde con agua y sostuviera un corcho en el fondo. Después de un rato, me decía: ‘Soltalo’. El corcho subía de inmediato, y él me preguntaba: ‘¿Qué ves?’.
—Nada, abuelo. El balde lleno de agua y el corcho flotando —le respondía.
—No —me decía él—. Estás viendo la verdad. Porque la verdad, tarde o temprano, siempre flota.”
Hoy, en 9 de Julio, la verdad empieza a salir a la superficie. Y con ella, las responsabilidades que muchos intentaron hundir.
EL LOBO





