Por Juan Manuel Jara
Tres jornadas fueron necesarias para que finalmente se acordase la pauta salarial de este mes. Algo que marca la problemática de las arcas municipales. La cosa arrancó con una primera reunión el miércoles pasado en la cual la diferencia era 10 a 0. Posturas muy alejadas y donde llamó la atención funcionarios municipales que, literalmente, no dijeron una sola palabra en lo que transcurrió de la, paradójicamente, mesa de dialogo. Se pasó a cuarto intermedio hasta el viernes siguiente. En ese segundo encuentro la cosa apenas mejoró un poco pero no lo suficiente para que hubiese acuerdo. Y asi se pasó a un nuevo intermedio hasta el lunes pasado en el cual, finalmente, fumaron una pipa de la paz salarial con sabor a poco y solo por esta vez. El acuerdo se cerró con un aumento del 3% en un bono en negro ( Sí, el Estado paga en negro) y un 2% que pasa al básico para empleados municipales.
Esta vez, la posibilidad de una medida de fuerza estuvo bastante cerca. “No abren la boca, no se inmutan”, se escuchó decir a un representante gremial frente a la estoica presencia y ruidoso silencio de los funcionarios presentes, algunos jóvenes y, evidentemente, sin la experiencia suficiente, y otros veteranos, con varias batallas sobre sus espaldas pero sabiendo que no están en la mejor posición para devolver los embates de los otros contendientes. Eso termina agotando a los participantes.
La disputa salarial de este mes terminó en un acuerdo con sabor a poco y luego de tres reuniones. Septiembre plantea un interrogante. Las arcas municipales siguen en rojo y cada vez cuesta más sostener el circo. Lo que no se nota, a pesar de la declarada “emergencia económica”, es la intención alguna de aplicar recortes en la planta de funcionarios, donde los sueldos son “interesantes” y aun más con las bonificaciones. Sumemosle la promesa de la Intendente de donar parte de su sueldo, hecha en aquella conferencia de prensa con sabor a puesta en escena allá por mayo. El calendario ya se está despojando de la hoja de agosto…
Un ejemplo. El costo de 1 punto porcentual de mejora del salario de los empleados significa aproximadamente 10 millones de pesos. Teniendo en cuenta que los sueldos de los funcionarios son, la mayoría, de 2 millones para arriba (cerca de 12 millones es el sueldo de la intendente) más las bonificaciones que llegan a ser hasta el 90 % del sueldo, que hasta ahora no se sabe de recortes y tampoco tienen que “defender la parada” mes a mes, parece vergonzoso quedarse en silencio con esos pesos que significan una levisima mejoría en el salario de los trabajadores del municipio.
Y en el medio de esto una campaña. La ronda de cambios y movimientos de piezas en la estructura municipal gira cada vez con más celeridad. La danza de nombres es variada. Romina Carballo, aparentemente devaluada después de sus dichos radiales sobre la elección de los delegados municipales, dejaría Delegaciones y pasaría al puesto vacante que dejó la hoy candidata a concejal, Romina Celotto, en Relaciones con la Comunidad. Pregunta: no podrían fusionarse esas dos áreas y ahorrar asi un salario?. Parece que no será posible porque Marcela Vitale agarraría la oficina de Delegaciones (si se concreta, a preparar el pochoclo para los encuentros con su archienemiga Hermita Gómez, quién le ganó la ultima elección de delegados en Dudignac). Otra que estaría de salida seria Magali Moschioni encargada de Espacios Verdes. El nombre de Juan Pablo Boufflet sigue en danza.
A pesar que él lo ha negado ante la consulta, lo cierto que el cambio en el area se hace necesario por desgaste y por estar muy cuestionado. A eso hay que sumarle un tema personal que pesaría para que finalmente deje la Secretaria de Obras y Servicios Públicos. Algo de esto hay porque se le habría ofrecido el puesto a Carlos Ghiotto, delegado de Patricios, quien declinó la oferta. No se sabe si porque hoy es una de las areas más calientes de la gestión o, según se puedo saber, por su no tan buena relación con Boufflet.
El segundo de JPB, Cristian Poggi, podria ser un reemplazo natural. Pero según cuentan estaria transitando ya varios meses de poca sintonia con su jefe. Parece que no lo escucha. Y en las últimas horas otro nombre de peso se habría sumado a la lista: Walter Depaoli pareceria tener el boleto picado. Cuando el rio suena…





