6 Dic 2025
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Nueve de Julio

Tras las urnas: el poder económico y el FMI también reciben el impacto

La contundente victoria del peronismo en la provincia de Buenos Aires no solo sacudió al oficialismo nacional: también dejó expuestos los límites de la estrategia económica impulsada por Javier Milei. El revés electoral golpeó a su proyecto político y reconfiguró el escenario de poder. Axel Kicillof emergió fortalecido, con proyección nacional, mientras que el presidente quedó condicionado por los mismos sectores que hasta hace poco lo respaldaban: el círculo rojo, el mercado financiero y el Fondo Monetario Internacional.

Las principales cámaras empresariales reclaman un cambio de gabinete y un reordenamiento del plan económico. Apoyan la desregulación y la apertura, pero advierten sobre las deficiencias de gestión, la falta de previsibilidad y el deterioro de la rentabilidad. El FMI, por su parte, reiteró su apoyo a través de un comunicado en el que, entre líneas, pidió un nuevo ajuste cambiario. La “sostenibilidad del marco cambiario”, según el organismo, implica una devaluación que Milei, hasta ahora, busca evitar con uso de reservas.

Empresas en rojo

El deterioro económico no solo afectó a las familias: grandes compañías también mostraron quebrantos. Molinos Río de la Plata, Arcor, Ledesma y Mastellone (La Serenísima) informaron pérdidas o caídas drásticas de ganancias en el primer semestre de 2025. La baja en ventas, el freno al consumo y los altos costos financieros son parte de un combo que afecta a sectores que inicialmente respaldaron al gobierno.
El vínculo del Gobierno con el Grupo Clarín también atraviesa un momento de tensión, especialmente en torno a la fusión Telecom-Telefónica, cuestionada por el Ejecutivo. Techint, en tanto, sufre la apertura comercial con ingreso de acero barato desde Asia. La falta de protección a sectores estratégicos genera inquietud en un empresariado que ve desdibujarse la promesa de modernización.

El costo del respaldo del FMI

El Fondo Monetario apostó fuerte a Milei, con un crédito excepcional de 20 mil millones de dólares y un respaldo político explícito. Sin embargo, la derrota electoral en Buenos Aires deja en evidencia la fragilidad del experimento libertario. El FMI ya había quedado comprometido con el préstamo de 45 mil millones a Mauricio Macri. Repetir la fórmula en un contexto de inestabilidad política vuelve a exponer su rol en la economía local.
Con un peronismo revitalizado y un oficialismo desgastado, el escenario de cara a los próximos meses se vuelve más incierto. El poder económico exige “orden”, menos ideología y más pragmatismo. Pero Milei enfrenta un dilema: si cede, pierde su identidad política; si no lo hace, pierde apoyo.

El resultado electoral no solo marcó una derrota: puso en duda la capacidad del Gobierno para sostener su programa en un contexto económico crítico. Ni el FMI ni el mercado parecen tener respuestas frente al desgaste político acelerado.

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