6 Dic 2025
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Brian Wilson, mítico líder de The Beach Boys, muere a los 82 años

Creador de éxitos, músico prestigioso y un artista agobiado por la etiqueta de genio, Wilson trascendió el género surf para crear complejas armonías e intrincados paisajes sonoros en el estudio.

Brian Wilson, quien como líder y principal compositor de The Beach Boys se convirtió en el poeta laureado del rock de la inocencia del surf y el sol, pero también en la encarnación de un genio afectado por su lucha contra las enfermedades mentales y las drogas, ha muerto. Tenía 82 años.

Su familia anunció el fallecimiento en Instagram, pero no dijo dónde ni cuándo murió, ni se divulgó una causa. A principios de 2024, tras la muerte de su esposa, Melinda Wilson, un juez del estado de California concedió la tutela de Wilson a sus representantes, alegando que padecía “un trastorno neurocognitivo importante” y que se le había diagnosticado demencia.

En éxitos de mediados de la década de 1960 como “Surfin’ USA”, “California Girls“ y “Fun, Fun, Fun”, los Beach Boys crearon una contraparte musical al mito del sur de California como paraíso: una banda sonora de armonías alegres y ritmo boogie para acompañar un estilo de vida de ocio juvenil. Los coches, el sexo y las olas eran las únicas preocupaciones.

Esa visión, manifestada en los cristalinos arreglos vocales de Wilson, ayudó a convertir a The Beach Boys en la banda estadounidense definitoria de la época. Durante su apogeo de 1962 a 1966, el grupo tuvo 13 éxitos en el Top 10 de Billboard. Tres canciones suyas llegaron al primer lugar de las listas: “I Get Around”, “Help Me, Rhonda” y “Good Vibrations”.

Al mismo tiempo, Wilson —de voz suave, rostro redondo y quien no hacía surf— se convirtió en uno de los autores de estudio más talentosos e idiosincrásicos del pop, creador de producciones complejas e innovadoras que asombraban a sus colegas.

“Ese oído”, dijo una vez Bob Dylan. “Jesús, tiene que heredarlo al Smithsonian”.

La obra maestra de Wilson fue el álbum de 1966 Pet Sounds, un melancólico ciclo de canciones que dirigió en elaboradas sesiones de grabación, al mezclar el sonido de una banda de rock con instrumentación clásica y el uso de instrumentos singulares como el Electro-Theremin, cuyo silbido místico Wilson volvería a utilizar en “Good Vibrations”.

Pet Sounds fue una decepción comercial cuando apareció, pero su sofisticación técnica y la profundidad melancólica de temas como “God Only Knows“ y “I Just Wasn’t Made for These Times” hicieron que la crítica y otros músicos lo consideraran un logro histórico. Tanto en 2003 como en 2020, Rolling Stone incluyó Pet Sounds en el segundo lugar de su lista de los mejores álbumes de todos los tiempos.

El LP fue una andanada en una célebre rivalidad creativa entre los Beach Boys y los Beatles. El productor George Martin diría más tarde que Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, el álbum histórico de los Beatles de 1967, “nunca se habría producido” de no ser por Pet Sounds.

“Fue Pet Sounds lo que me hizo volar por los aires”, dijo una vez Paul McCartney. “Creo que nadie está educado musicalmente hasta que no ha escuchado ese álbum”.

Aclamado como un maestro de éxitos comerciales cuando apenas tenía 20 años, Wilson pronto dio muestras de inestabilidad. Algunos de sus comportamientos, como poner su piano en un arenero gigante dentro de su casa de Hollywood Hills, podrían haber parecido las manías de una celebridad engreída.

Pero en el acto siguiente a Pet Sounds, tropezó. Durante meses de sesiones para un álbum que pretendía titular Smile, Wilson se permitió todas sus excentricidades, por caras o infructuosas que fueran, y una adicción cada vez mayor a las drogas impulsó su paranoia y delirio. Al grabar una canción llamada “Fire”, equipó a los músicos del estudio con cascos de bomberos de juguete y colocó un cubo humeante en medio de ellos. Cuando más tarde se enteró de que un edificio cercano se había incendiado más o menos al mismo tiempo que se realizaba aquella sesión, desechó el tema, asustado por la idea de que la “brujería” de su estudio fuera la responsable.

Abandonado por Wilson, Smile entró en la historia del rock como el documento perdido de una mente brillante pero problemática. Mike Love, vocalista de los Beach Boys y antiguo antagonista de Wilson, lo llamó “un álbum entero de la locura de Brian”. Permaneció inacabado durante casi 40 años.

“Me costó un montón superar algunas de las frustraciones que conlleva ser un artista discográfico de éxito”, dijo Wilson a The New York Times Magazine en 1988. “Cuando andaba ahí afuera con los Beach Boys, al principio estaba bien, porque iba en la cresta de la ola. Pero más tarde, 10 años después, me asusté, me perdí y desayunaba sundaes de caramelo. ¡Estaba incontrolable!”.

Después de “Good Vibrations” en 1966, la banda no volvió a tener otro sencillo en el número 1 hasta “Kokomo” de 1988, que se produjo sin la participación de Wilson.

La historia de la vida de Wilson llegó a retratarse como una lucha por escapar del yugo de dos hombres: su padre maltratador y un psicoterapeuta controlador, Eugene Landy. Los métodos poco ortodoxos de Landy, que incluían vigilar a Wilson las 24 horas del día y cerrar con candado su frigorífico, fueron eficaces para recuperar la salud de Wilson durante dos periodos de tratamiento en las décadas de 1970 y 1980. Sin embargo, Landy también hizo negocios con su paciente, compartiendo los derechos de autor con Wilson y atribuyéndose la autoría de algunas de sus canciones.

Landy acabó sometido al escrutinio de las autoridades californianas y renunció a su licencia. Tras una intervención de la familia de Wilson, una orden judicial también impidió a Landy contactar a Wilson.

Wilson habló abiertamente de su lucha contra las enfermedades mentales, incluida su experiencia con el trastorno esquizoafectivo, una enfermedad caracterizada por alucinaciones y delirios. Este trastorno dio lugar al tutelaje concedido a sus socios a principios de 2024.

A partir de finales de la década de 1990, Wilson emprendió una serie de giras de conciertos que celebraban su obra con los Beach Boys como un tesoro de la canción estadounidense. Sobre el escenario, a menudo se sentaba al piano con rostro inexpresivo, y en declaraciones públicas podía parecer tan ingenuo como una de sus melodías.

En la ceremonia de ingreso en el Salón de la Fama del Rock & Roll de los Beach Boys en 1988, describió sus ambiciones: “Quería escribir música alegre que hiciera sentir bien a los demás”.

Un talento generacional

Brian Douglas Wilson nació el 20 de junio de 1942 en Inglewood, California, hijo de Murry y Audree (Korthof) Wilson. Su padre, un compositor frustrado, era un vendedor de maquinaria pesada que había acumulado un puñado de créditos de canciones. Su madre, ama de casa, llevaba la contabilidad de los Beach Boys en los primeros tiempos del grupo.

La familia se trasladó a Hawthorne, otro rincón obrero del condado de Los Ángeles, cuando Brian era pequeño, y tuvieron dos hijos más, Dennis y Carl.

Desde muy joven, Brian estaba casi completamente sordo del oído derecho. Daba varias explicaciones para ello, citando un golpe de un chico del vecindario o, en algunos relatos, de su padre.

De adolescente, Brian era un fan del rock and roll de Chuck Berry, pero le fascinaban especialmente las armonías cercanas y fundidas del grupo vocal de influencia jazzística Four Freshmen; dirigía a sus hermanos en cuidadosas recreaciones de sus canciones.

En 1961, los tres Wilson tocaban música rock con Love, un primo y un compañero de colegio de Brian, Al Jardine. En la formación inicial más conocida de la banda, Brian tocaba el bajo, Dennis la batería, Carl y Jardine la guitarra, y todos cantaban.

Por aquella época, Dennis empezó a hacer surf y se deleitaba con la moda, la jerga de moda y el estilo de vida despreocupado que conllevaba. Un día les dijo a Brian y Love: “Deberían escribir una canción sobre el surf”.

Así lo hicieron, y aquel otoño, tras un ensayo mientras los padres de los Wilson estaban fuera de la ciudad, el grupo grabó su primera canción, “Surfin’”. Los jóvenes se hicieron llamar los Pendletones, por un tipo de camisa de franela popular entre los surfistas. Cuando recibieron el disco terminado, editado por un pequeño sello local, Candix, descubrieron que les habían cambiado el nombre por el de Beach Boys.

“Surfin’” era un tosco esbozo de lo que se convertiría en el sonido característico de los Beach Boys: una sencilla línea vocal principal (cantada por Love) acompañada de armonías soleadas, gorgoritos al estilo doo-wop y un rudimentario ritmo de rock. Hasta ese momento, la moda de la música surf había consistido principalmente en instrumentales de guitarra, pero al añadir voces, los Beach Boys crearon un credo del tablista:

Surfing is the only life, the only way for me

Now come on pretty baby and surf with me

La tabla es la única vida, el único camino para mí

Ahora ven bonita y surfea conmigo

Aunque Wilson aceptó la libertad juvenil que representaba el surf, nunca se aficionó a este deporte. “Lo intenté una vez y me golpeé en la cabeza con la tabla”, dijo una vez.

Fichado por Capitol Records en 1962, el grupo fue prolífico desde el principio, y para 1965 había lanzado 10 LPs de estudio. Con el pelo corto, sonrisas amplias y camisas a rayas a juego, los jóvenes proyectaban una imagen sana. Sus armonías, compartidas por todos los miembros, eran vivaces e impecables.

Wilson se convirtió en el principal productor y compositor del grupo, y su sofisticación no tardó en brillar. “Surfer Girl”, una balada cadenciosa y llena de armonía que alcanzó el lugar número 7 en 1963, fue quizá el primer éxito pop escrito, arreglado, producido y cantado por una sola persona.

Sin embargo, el primer número 1 de Wilson llegó como compositor de la canción de Jan y Dean “Surf City” (1963). En una señal de los conflictos que se avecinaban, Murry Wilson, quien dirigía a los Beach Boys y controlaba los derechos de autor de las canciones del grupo, se enfureció porque Brian había cedido un valioso éxito a otra banda.

Surgieron otros problemas. “Surfin’ USA” se parecía demasiado a “Sweet Little Sixteen” de Chuck Berry, por lo que se añadió el nombre de Berry a los créditos y su editor adquirió los derechos de la canción.

En diciembre de 1964, Wilson se casó con Marilyn Rovell, quien cantaba en un grupo de chicas llamado las Honeys. Unas semanas más tarde, justo antes de Navidad, sufrió un ataque de pánico en un vuelo a un compromiso de los Beach Boys en Houston y decidió dejar las giras para concentrarse en componer y grabar.

Ese mismo año, el grupo despidió a Murry como manager. Murry respondió promocionando un grupo imitador de los Beach Boys, los Sunrays, que no tardó en fracasar.

Como Wilson contaría, su padre lo había atormentado física y emocionalmente durante mucho tiempo. En una forma de castigo que Wilson describió muchas veces, su padre se quitaba el ojo de vidrio y obligaba a su aterrorizado hijo a mirar fijamente la cuenca vacía.

“Mi papá era violento”, escribió Wilson en unas memorias de 2016, Yo soy Brian Wilson… y tú no, escritas con Ben Greenman. “Era cruel”.

Liberado del control de su padre y de las exigencias de las giras de los Beach Boys, Wilson se metió de lleno al estudio. Durante un tiempo, encarnó el papel de un visionario que trabajaba dentro de los confines del pop comercial, muy parecido al productor Phil Spector, el héroe de Wilson.

Pet Sounds, publicado en mayo de 1966, elevó la música de los Beach Boys a un nivel muy superior a todo lo que habían creado hasta entonces. Mientras el resto del grupo estaba de gira, Wilson grabó el álbum principalmente con músicos de estudio, y utilizó una paleta sonora ambiciosa: cuernos franceses, cuerdas, timbales y efectos sonoros lúdicos como timbres de bicicleta, todo ello además del complemento estándar del rock: guitarra, bajo y batería.

Canciones como “Wouldn’t It Be Nice” y “Caroline, No” exploraban temas de la inocencia perdida y la transición a la edad adulta. La mayoría fueron escritas con Tony Asher, un joven letrista y autor de jingles a quien Wilson había conocido hacía poco. Wilson cuidó minuciosamente cada detalle de la grabación, incluidos los exuberantes arreglos de las armonías vocales, que para los otros integrantes de los Beach Boys a menudo significaban un número insoportable de tomas. Love lo llamaba “el Stalin del estudio”, solo medio en broma.

Cuando salió a la venta, el álbum se estancó en el número 10, un fracaso relativo para los Beach Boys. Para entonces, sin embargo, Wilson ya estaba trabajando en su siguiente joya: el single “Good Vibrations”.

“Good Vibrations” era una invocación pegadiza y sonoramente aventurera de la gozosa espiritualidad de la Costa Oeste. Se logró tras meses de sesiones en cuatro estudios según Love, el grupo grabó entre 25 y 30 sobregrabaciones vocales para un segmento que solo duraba cinco segundos. Publicada en octubre de 1966, la canción se convirtió en un éxito radiofónico indeleble, pero fue el último momento de Wilson en la vanguardia del pop.

En Thrall

El siguiente proyecto discográfico de Wilson, Smile, que realizó con otro compositor colaborador, Van Dyke Parks, pretendía ser su logro supremo. Wilson lo promocionó en su momento como “una sinfonía adolescente a Dios”.

Sin embargo, el álbum se vino abajo tras más de 80 sesiones en 1966 y 1967. Para cumplir sus obligaciones con Capitol, los Beach Boys montaron rápidamente dos álbumes a finales de 1967 —Smiley Smile, una versión reducida de la obra de Wilson, y Wild Honey— que tuvieron poca repercusión.

Durante los años siguientes, el grupo estuvo a la deriva. Los Beach Boys estaban atrapados entre la nueva moda del rock pesado y la de los cantautores con influencias folk, y sus álbumes se vendían modestamente cuando les iba bien. Wilson estaba retraído, pasaba largos ratos en la cama y escuchaba obsesivamente viejos discos como Be My Baby de las Ronettes, la obra maestra de Phil Spector de 1963.

El consumo de drogas de Wilson, que había comenzado en los tiempos más felices de la banda —el boyante éxito de 1965 “California Girls”, dijo, fue escrito tras un viaje de ácido—, se había descontrolado, atrofiando su creatividad. “Perdí el interés por escribir canciones”, dijo Wilson una vez a Rolling Stone. “Perdí la inspiración. Estaba demasiado preocupado por conseguir drogas como para ponerme a escribir canciones”.

Algunos álbumes de los Beach Boys, como Surf’s Up (1971) y Holland (1973), publicados por el nuevo sello del grupo, Reprise, aún tenían una chispa de invención.

Pero el grupo cambió de rumbo después de que Capitol publicó Endless Summer (1974), una recopilación de los primeros éxitos del grupo, que se convirtió en el segundo álbum en primer lugar de los Beach Boys, el primero en una década. Aunque los espectáculos en vivo del grupo llevaban mucho tiempo repletos de viejas canciones, su siguiente álbum de estudio, 15 Big Ones (1976) —promocionado como el regreso de Wilson— estaba basado en versiones nostálgicas de Chuck Berry, los Righteous Brothers y otros.

El álbum alcanzó el n.º 8, el mejor resultado de la banda para un LP de estudio desde 1965. Sin embargo, Wilson seguía aislado y preocupado. Durante aproximadamente un año, a partir de 1975, recibió tratamiento de Landy, cuyos métodos incluían empapar a su paciente con agua fría por las mañanas. También limitaba el contacto de su paciente con otras personas, incluida la familia de Wilson, para enfatizar el papel del terapeuta como “el máximo poder en esta situación”, como dijo Landy en una ocasión.

Wilson siguió actuando como integrante de los Beach Boys, pero su comportamiento era errático y seguía consumiendo drogas. Tras una aparición de la banda en Londres en 1977, la publicación musical Melody Maker informó de que Wilson “parecía totalmente zombi y completamente inconsciente de lo que ocurría a su alrededor”. Él y Marilyn se separaron en 1978, y su divorcio se concretó en 1981.

A finales de 1982, los Beach Boys sacaron a Wilson del grupo, quien volvió al cuidado de Landy. Su tratamiento, iniciado en reclusión en Hawái, incluía una dieta estricta y un régimen vitamínico, y en supervisión constante. Como había olvidado muchas de sus propias composiciones, volvió a aprender clásicos de los Beach Boys como “Surfer Girl” de un cancionero.

Landy se presentaba como un padre sustituto que ayudaba a Wilson a reconstruir su vida. “Soy el buen padre”, dijo a Los Angeles Times en 1983. “Estoy volviendo a criar la forma en que él percibe la vida”.

Las técnicas de Landy levantaban suspicacias, pero en el caso de Wilson parecían eficaces. Cuando el cantante apareció ante la prensa en 1988 con motivo de su primer álbum en solitario, Brian Wilson, parecía en forma, enérgico y concentrado. Wilson, y la banda, atribuyeron a Landy el mérito de haberle salvado la vida.

Sin embargo, el grado de control que Landy ejercía sobre su paciente y su implicación en la carrera de Wilson suscitaron preocupación entre la familia de Wilson y la gente de la industria musical. Los dos hombres iniciaron una asociación empresarial, denominada Cerebros y Genios, que permitía a Landy —quien cobraba a Wilson hasta 35.000 dólares al mes y conducía un Maserati con la matrícula “HEADOC”, un juego de palabras con doctor y cabeza—obtener ganancias de las grabaciones, películas y otras empresas de Wilson

Landy fue el productor ejecutivo de Brian Wilson, y él y su novia, Alexandra Morgan, compartieron créditos de composición con Wilson en algunos temas. Wilson dijo que incluso modificó su testamento para que Landy fuera su principal beneficiario.

Tras una investigación de las autoridades de California sobre el trato que le daba a Wilson y a otros pacientes, Landy renunció a su licencia en 1989, aunque siguió trabajando con Wilson a través de su alianza. Miembros de la familia de Wilson presentaron una demanda de tutela por los cuidados de Wilson. En 1992, como resultado de un acuerdo en ese caso, se prohibió por orden judicial cualquier contacto de Landy con Wilson; su nombre y el de Morgan, con quien se casó más tarde, se eliminaron de los créditos de las canciones. Landy murió en 2006 a los 71 años.

“A lo largo de la historia hay relatos sobre tiranos que controlan países enteros”, escribió Wilson en sus memorias. “Landy era un tirano que controlaba a una persona, y esa persona era yo”.

En 1995, Wilson se casó con Melinda Ledbetter, una exmodelo que trabajaba en un concesionario de automóviles y le había vendido un Cadillac. A menudo la atribuía el mérito de haberle ayudado a rehacer su vida tras su enredo con Landy. Murió en 2024.

“Melinda era más que mi esposa”, dijo Wilson en aquel momento. “Fue mi salvadora. Me dio la seguridad emocional que necesitaba para tener una carrera. Me animó a hacer la música que estaba más cerca de mi corazón. Fue mi ancla”.

Brian y Melinda adoptaron a tres hijas, Daria, Delanie y Dakota, y a dos hijos, Dylan y Dash. Esos hijos le sobreviven, al igual que dos hijas de su matrimonio con Marilyn, Carnie y Wendy Wilson, del grupo pop Wilson Phillips; y seis nietos.

Dennis Wilson se ahogó en el océano Pacífico en 1983 tras una borrachera. Tenía 39 años. Carl Wilson murió de cáncer de pulmón en 1998, a los 51 años.

Problemas legales

En la época en que Wilson se estaba separando de Landy, se vio envuelto en varias batallas legales por el lucrativo negocio de la música de los Beach Boys.

Demandó para reclamar el catálogo de publicaciones musicales del grupo, Sea of Tunes, que Murry Wilson había vendido en 1969 por solo 700.000 dólares; Brian Wilson alegó que su padre, fallecido en 1973, había falsificado su firma en los documentos de venta.

En un acuerdo, Wilson recibió 10 millones de dólares, pero los derechos de autor quedaron en manos de Irving Music, empresa asociada a A&M Records. (Wilson recuperó más tarde los derechos de su catálogo de canciones y en 2021 los vendió a Universal Music por más de 50 millones de dólares, según una demanda presentada por su exesposa, ahora conocida como Marilyn Wilson-Rutherford; ella dijo que tenía derecho a millones de ese acuerdo según las condiciones de su convenio de divorcio).

Love demandó a Wilson por los créditos de composición, y en 1994 un jurado falló a su favor. Love recibió una indemnización de 5 millones de dólares y obtuvo créditos como coautor de 35 temas clásicos de los Beach Boys, entre ellos “California Girls”, “Help Me, Rhonda” y “I Get Around”.

Los dos hombres pasaron gran parte de los últimos años de los Beach Boys en rencillas dentro y fuera de los tribunales, Love decía a menudo que no había recibido el reconocimiento adecuado por sus contribuciones al grupo y se quejaba de la aureola de genio solitario que se le había adjudicado a Wilson.

“Para quien crea que Brian camina sobre las aguas, yo siempre seré el Anticristo”, dijo Love en sus memorias de 2016, Good Vibrations, escritas con James S. Hirsch.

En el imaginario público, Wilson siguió siendo el cerebro indiscutible del grupo, y su historia de genio atribulado se resguardó en la mitología del rock. Una película de 2014, Love & Mercy, lo retrató como una dualidad, con dos actores, Paul Dano y John Cusack, interpretando a Wilson, primero en su apogeo creativo en la década de 1960 y luego luchando contra una enfermedad mental en la madurez.

En la década de 2000, Wilson lideró una serie de giras de celebración, con una banda de acompañamiento que incluía a miembros de los Wondermints, un grupo de Los Ángeles especializado en recrear sus arreglos. Con la ayuda de Parks, su colaborador original, y de Darian Sahanaja, de los Wondermints, Wilson reconstruyó Smile y en 2004 lo publicó en el sello Nonesuch.

También canceló algunos eventos por lo que denominó problemas de enfermedad mental, y en sus memorias describió que oía voces amenazadoras en su cabeza.

Sin embargo, su influencia no hizo más que crecer. En la década de 2000, ganó dos premios Grammy, y en 2007 recibió el Kennedy Center Honors, junto a Diana Ross, Martin Scorsese, Steve Martin y el concertista de piano Leon Fleisher. En 2021, lanzó At My Piano, con sus versiones en solitario de clásicos de los Beach Boys, y realizó una gira ese año y en 2022.

“Que me llamaran genio musical fue una cruz que tuve que soportar”, dijo a Rolling Stone en 1988. “Genio es una palabra enorme. Pero si tienes que estar a la altura de algo, más vale que lo estés”.

Fuente: The New York Times

 

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