El flamante ministro del Interior, Diego Santilli, comenzó oficialmente su gestión este lunes en la Casa Rosada, donde se presentó ante sus pares del Gabinete en una reunión presidida por Javier Milei. A su lado, Manuel Adorni debutó como jefe de Gabinete, marcando el inicio de una nueva etapa en el gobierno de La Libertad Avanza. En su primera intervención, Santilli dejó claro que su principal objetivo será negociar con los gobernadores para obtener apoyo en las reformas estructurales planteadas por la administración de Milei.
En el encuentro, Santilli se centró en las reformas que serán clave en los próximos meses, tales como la reforma laboral, la reforma tributaria, la reforma del Código Penal y la sanción del Presupuesto 2026. Anticipó además la convocatoria a sesiones extraordinarias en el Congreso, aunque no precisó la fecha exacta para la misma. «Esperemos a que salga la convocatoria», señaló, dejando abierta la posibilidad de que las reformas sean tratadas a partir de diciembre.
A pesar de su énfasis en lograr consenso con los gobernadores, Santilli no evitó emitir un mensaje político hacia el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, a quien excluyó de la reciente reunión de mandatarios provinciales en la Casa Rosada. «No descarto nada, pero quiero ser claro. Hay una visión de hacia dónde tenemos que ir», expresó Santilli, dejando entrever su postura ideológica en contra de Kicillof y sugiriendo que solo habría diálogo en caso de que se discutan cuestiones relacionadas con la baja de impuestos.
El nuevo ministro del Interior también dejó claro que, si bien no hubo consenso con Mauricio Macri sobre su nombramiento, la decisión fue tomada sin consulta previa con el expresidente. Un funcionario cercano al presidente Milei comentó: «Fue una idea de Karina, ella lo propuso a Javier y a él le pareció bien. El Presidente no tiene por qué consultar a Macri». Esta declaración resalta la tensa relación post-electoral con el macrismo, que, a pesar de haber respaldado la designación, no participó activamente en la elección de Santilli para Interior.
En paralelo, la primera reunión de Gabinete con Adorni y Santilli resultó significativa no solo por su contenido, sino también por los mensajes que dejó en cuanto a la dinámica interna del Gobierno. Aunque el encuentro fue casi completo, con la ausencia del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien se encontraba de viaje, las presencias de Santiago Caputo y Martín Menem generaron especulaciones sobre el rumbo de la administración de Milei. Caputo, quien fue considerado para el Ministerio del Interior antes de que Santilli fuera designado, siguió en su rol como asesor presidencial, mientras que Menem se reafirmó como candidato a presidir la Cámara de Diputados, a pesar de los escándalos previos.
La incertidumbre sobre las juras de Adorni y Santilli se resolverá el miércoles, cuando ambos se oficialicen en sus cargos, justo antes de que Milei viaje nuevamente a los Estados Unidos para participar en el America Business Forum en Miami, donde podría encontrarse con Donald Trump.
La llegada de Santilli al Ministerio del Interior y la designación de Adorni como jefe de Gabinete marcan el inicio de una fase decisiva para el gobierno de Javier Milei, cuyo desafío será coordinar y lograr consensos con las provincias mientras mantiene su agenda de reformas estructurales a nivel nacional. Sin embargo, las tensiones internas y las diferencias ideológicas con algunos actores clave del oficialismo podrían complicar este proceso.





