4 Dic 2025
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Nueve de Julio

Ganadores y Perdedores en la era Milei

En 2026, la economía argentina crecerá, impulsada por sectores clave como la energía, el agro y la minería, pero, como ocurre habitualmente en este tipo de procesos, con un reparto profundamente desigual de los frutos del crecimiento. Mientras las grandes industrias exportadoras registran récords históricos y afianzan sus márgenes de ganancia, los sectores intensivos en mano de obra, como la construcción, el comercio, los textiles, la metalurgia y la industria manufacturera, siguen enfrentando caídas, cierres y pérdidas de puestos formales.
El Indec confirmó que, aunque la recesión fue evitada, la recuperación económica no llega a todos de igual forma. Los ganadores están claramente identificados, pero lo mismo ocurre con los perdedores, y lo peor de todo es que, en este último grupo, los trabajadores son los que están pagando el precio más alto.

Ganadores: Energía, Agro y Minería

El panorama de ganadores es inequívoco. Vaca Muerta, el sector energético en general, el agro (particularmente el maíz y la carne) y la minería (con el litio como gran protagonista) están marcando el paso de la economía argentina. La proyección para 2026 sugiere que estos sectores seguirán siendo los motores del crecimiento, con un 22% de aumento en la actividad de Vaca Muerta, que ya representa más del 65% de la producción nacional de crudo y el 72% de gas. Las exportaciones de crudo aumentaron un 52% interanual, alcanzando los US$ 7.500 millones, y la balanza comercial energética pasará de ser deficitaria a superávit, con US$ 10 mil millones hacia 2027.
El campo es otro claro vencedor. En 2025, la producción agropecuaria alcanzó los 131 millones de toneladas, y para 2026 se espera un récord de entre 140 y 143 millones de toneladas, con ingresos que superarán los US$ 32 mil millones. Esto se debe en gran medida al maíz, cuya cosecha alcanzará 58 millones de toneladas (+18,4%), y a la carne vacuna, cuya exportación podría ver un repunte si se abren nuevos mercados, como el de Estados Unidos.
En la minería, especialmente el litio, Argentina ya está viendo exportaciones récord de US$ 5.300 millones en 2025, con US$ 7.500 millones proyectados para 2026.

Perdedores: Industria, Comercio, Construcción

Mientras tanto, los sectores que han quedado al margen del rebote económico son legión, y muchos de ellos son fundamentales para cualquier plan de crecimiento económico sostenible. La construcción, el comercio, la industria manufacturera y el sector textil sufren un retroceso que los deja al borde de la desaparición. De hecho, más de 380 empresas textiles han cerrado en 2025, lo que resultó en la pérdida de 11.500 empleos formales. La caída del consumo y la competencia desleal de las importaciones han sido letales para este sector, que ha vivido tiempos mejores.
Otro rubro afectado por la crisis es la construcción. La falta de obra pública, sumada a un disparado costo de la construcción (que ya supera los US$ 1.200 por metro cuadrado en la zona AMBA), ha paralizado el sector, con efectos devastadores para las industrias proveedoras como cemento, ladrillos, cerámica y metalurgia. La ausencia de una explosión constructiva, como la que se vivió en la década de 1990, también deja a muchos trabajadores fuera del circuito de crecimiento.
En cuanto a la industria metalúrgica, uno de los pilares de la economía manufacturera argentina, su situación es alarmante. La caída del 4,6% interanual en octubre de 2025 refleja la gravedad de su crisis. La metalurgia es, sin duda, una de las grandes derrotadas de este ciclo económico, con sectores estratégicos como autopartes, maquinaria agrícola y fundición experimentando bajas de hasta el 12%.
El consumo en general tampoco muestra signos de mejora. Aunque las ventas online están ganando terreno (ya representan el 21% del consumo total), las ventas en supermercados cayeron un 0,8% interanual, mientras que los mayoristas mostraron una caída aún más pronunciada del 13,1%. En los shoppings, las caídas son del 3,4%, reflejando una situación general de bajo poder adquisitivo y endeudamiento familiar, con el 44% de las compras de supermercados financiadas a través de tarjetas de crédito.

Crecimiento Lento

Lo que está claro es que el crecimiento económico de 2025 y 2026 no será para todos. El problema es que los sectores ganadores no están en condiciones de absorber la mano de obra que los sectores perdedores están perdiendo. De hecho, las desigualdades dentro del crecimiento serán cada vez más notorias.
Guillermo Oliveto, experto en evolución económica y consumo, lo expresó con claridad: hoy el consumo está concentrado en las clases altas y medias altas, mientras que las clases medias bajas se ven empujadas a un escenario restrictivo. Como él mismo explicó, la economía de la era Milei está siendo impulsada por el agro, los bancos y la minería, mientras que el comercio, la construcción y la industria siguen cayendo.
En definitiva, la economía argentina crecerá, pero de manera lenta y con una profunda desigualdad. El problema central es que, mientras los sectores ganadores siguen consolidando su poder, la mayoría de los trabajadores se quedan fuera del rebote económico. La pregunta es si este crecimiento dispar logrará sostenerse en el tiempo o si terminará por consolidar aún más las brechas sociales y económicas, dejando a una parte importante de la población atrás.

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