
Por Juan Manuel Jara
El sorpresivo anuncio de la Ministra Patricia Bullrich en el cual comunicó que el Gobierno nacional se metía en el agua de los distritos bonaerenses inundados, con 9 de Julio como cabeza de playa, provocó un cisma a nivel local y provincial. Y, claro, comenzó el circo.
La intendente Gentile rápidamente salió en un video (cómo la exponen, cómo se expone) prácticamente a decir elípticamente que el logro era de ella. Ayer jueves por la mañana, la Provincia, rápida de reflejos, a través de Defensa Civil, se hizo presente en el Partido y salió a volar sobre las zonas inundadas con Gentile. Después llegó la reunión con la delegación de Nación, mientras empezaba el despliegue de vehículos.
Varios se adjudicaron el logro, la gestión, para que el Gobierno también se ocupase de los afectados, que son, al mismo tiempo (por si alguno no lo recuerda), ciudadanos argentinos, bonaerenses y nuevejlienses, que hace casi 10 meses están sufriendo con el agua y pidiendo ayuda a quien sea. Pero esto arrancó de una sola manera. Y ninguno de los que rápidamente salieron a colgarse la medalla se la merece. Se peinaron para la foto, pero no.
Primero, una aclaración. Las reacciones del Municipio, Provincia y Nación fueron y son tardías. Bienvenidas, claro, pero tardías. La del Municipio, lo venimos marcando desde marzo, con la reunión en el Chajá, luego la reunión en el HCD y en el salón Blanco, los comités de emergencia efímeros. Siempre detrás de los acontecimientos y sin la capacidad de darse cuenta de la real gravedad de lo que Vivian miles de vecinos del partido. Una gestión y sus funcionarios que nunca estuvieron a la altura de la gravedad de la situación. Se ganaron la ira de la ruralidad y de la ciudadanía. Asi les fue en la elección del 7 de septiembre. Cuartos peleando con la lista vecinal.
La Provincia entró en acción efectiva recién en septiembre, cuando vino el propio Ministro de agroindustria para tratar de coordinar un plan de acción efectivo, tratar de poner orden en el caos. Hasta entonces atendió pedidos y gestiones de particulares. Se armó la mesa donde participaron todas las partes involucradas. Una buena idea, parecía todo ok. Pero no. En la tercera reunión ya empezaron los chispazos: que Hidráulica no contesta los llamados, que uno estaba en Europa. En la cuarta reunión, hace dos semanas, el Municipio se llevó doble reto: uno por llegar 40 minutos tarde y otro por mandar una máquina destinada a trabajos en una localidad afectada, French, a un campo de un privado en 12 de octubre. Se acuerdan de la nota de hace unos meses en este medio titulada “Narnia”? Bien.
Y la reacción de Nación también es tardía. Habrá influido la exposición en medios nacionales de toda la problemática durante los últimos días? El problema lleva casi 10 meses y, como dijeron en el anuncio, hacen lo mismo que hicieron cuando ocurrió lo de Bahía Blanca. Un detalle, allá fueron a los pocos días. Acá llegan 10 meses después. Bienvenidos, pero tardaron casi 10 meses.
Pero bueno, tomémoslo por la positiva. Ahora están todos. Con un detalle no menor: Nación viene a hacerse cargo, a poner orden en un contexto que hasta ahora se manejó en el caos y la descoordinación. Nunca hubo autoridad. Y más allá de la fotos y palabras de rigor, esta es una suerte de intervención del gobierno nacional en terreno bonaerense, que nada de gracia le debe causar al Gobierno de Kicillof y tampoco a Gentile, quien cada vez parece sentirse más cómoda al lado del gobernador. ¿Necesidad? ¿Los une el rechazo al color violeta que hoy acapara 9 de Julio? La ruralidad no olvida que aquel lunes de protesta (anunciada) y furia agraria ella los hizo esperar hasta la tarde porque estaba en Luján al lado del gobernador anunciando…un circuito turístico. Narnia, de nuevo.
Ahora bien. Quienes sí pueden colgarse la medalla de la intervención nacional en 9 de Julio y la región son unos vecinos de El Tejar quienes, a pedido suyo, prefieren mantenerse con bajo perfil. Acosados por el agua y cansados de la inacción local, en una charla entre ellos, uno que tiene el campo vecino al de la Ministra Bullrich, propuso ponerse en contacto con ella: “Y si la llamamos a la Bullrich?”.
Los demás se prendieron. Enviaron sendos correos electrónicos solicitando ayuda, uno a la Ministra y el otro al Presidente Milei. Dos mensajes de SOS en botellas arrojadas al mar de la virtualidad. Y para sorpresa de todos ellos, hubo respuesta, y por partida doble: “Recibimos el reclamo, se van a comunicar desde la Agencia Federal de Emergencia (AFE)”.
A los pocos días en el mes de agosto, estuvieron en la zona de El Tejar Santiago Hardie (secretario de la Agencia Federal de Emergencia), Daniel Barberis (Director General de Asuntos Prioritarios – DIGAP), Martín Guerra (director nacional de Operaciones de la AFE), Ricardo Galeano (Coordinador de la Unidad de Relaciones con la Comunidad de la DIGAP ) y Alejo Betz (Coordinador General de DIGAP) interiorizándose de la situación con los productores de la zona quienes los habían contactado. Los que hoy desembarcaron en 9 de Julio para ponerse al frente de la situación. Especialistas en estas cuestiones, no políticos.
Estuvieron también en Los Toldos, comieron un asado en un campo de una familia productora de riquísimos quesos, vieron el canal San Emilio. Se fueron con toda la data necesaria. Pero la cosa no quedó en eso. Los productores continuaron enviándoles información y, días después, se reunieron en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
En el medio, comentaron lo que estaba pasando a la Intendente Gentile quien, según pudimos saber, “se enojó porque nadie se comunicó con ella”. Pasaron las semanas (también las elecciones) y pasó lo que pasó esta semana: Nación tomó la decisión de intervenir, hacerse cargo dado que “los aportes del Municipio y la Provincia no alcanzan”.
Habrá que dejar pasar estos primeros días de anuncios, visitas, que baje la espuma, y ver lo que suceda el lunes. Hay cautela. Habrá seguir de cerca como será la tensa convivencia entre Municipio, Provincia y Nación.
Lo cierto, para todos es que se acabó el tiempo de las palabras, es tiempo de acción concreta y soluciones para los afectados por el agua, que son miles, a quienes no les importan el color político de quien los ayude. Como debe ser. Pero a esta altura, esta gente sabe bien, después de casi 10 meses, quienes estuvieron a la altura de la situación y quienes no.
Pero que quede claro: los únicos que pueden alegarse el derecho de colgarse esta medalla son los integrantes de ese grupo de productores de El Tejar. Los únicos medallistas del agua.




