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domingo, 19 mayo, 2024

Ángela Romano: la tucumana hija de los valles y guardiana de lo ancestral

“Si no pasaron por lo de Ángela, no conocieron Tafí del Valle”.

(Por Mónica Gómez)

Escondida en los Valles Calchaquíes, entre caminos sinuosos, verdes tupidos y paisajes que enamoran. Ahí, en ese pedacito de Tucumán que no muchos tuvieron el placer de descubrir, donde nieva en invierno y el sol raja la tierra en verano. Ahí, a dos mil metros de altura sobre el nivel del mar se encuentra “La casa de Ángela”, y es ahí donde esta carismática mujer nos invita a contemplar el poder de la naturaleza.

“Soy agricultora, descendiente indígena y tucumana. Nací en El Rodeo Grande, Tafi del Valle, en los cerros que cambian de color con las estaciones. Aquí hay animales y mucha vegetación; aquí es donde tengo mi  huerta, donde trabajo y  hablo con todos los que llegan a  visitarme, a conocer el lugar donde la naturaleza me inspira, el lugar que el universo me regala en abundancia”. Así la conocemos a esta hija de los valles y  guardiana de los saberes ancestrales.

 

Con estas y otras palabras encerradas en el canto de una copla,  ella se presenta desbordando sabiduría, reconociendo su ascendencia: “Soy hija, nieta y bisnieta de nativos, población ancestral que hasta el día de hoy nos enseña a vivir plenos. ¿Para qué tanto juntar dinero si lo que necesitamos es alimento? Todo lo que me llena está aquí, en mi tierra que con mi esposo trabajamos. Nosotros acompañamos a la semilla, la custodiamos, ella es la sabia”, explica Ángela.

 

Con 63 años, se siente una mujer con el corazón colmado de abundancia y relata su historia con la misma pasión con la que la vivió: “soy hija del corazón, llegué a los 6 años a esta casa donde me han criado. Entonces me paraba aquí en el cerco, estorbando: mirando desde ahí aprendí todo. Esta tierra es mi  hogar y es donde hoy vivimos con mi esposo Belisario. Hace 44 años que estamos casados, tenemos 5 hijas y nietos.  Las chiquitas jugando han aprendido también. Todas son técnicas agropecuarias, aunque cada una después eligió su propia carrera y hoy son adultas profesionales” comenta ella.

 

En su ecohuerta agroecológica cuenta con una producción diversificada sin agro tóxicos ni pesticidas: “lo que estás viendo es maíz negro, después le siguen verduras, a continuación un poquito de trigo, sólo para resguardo de semilla, no para hacer negocio.  Después habas, quinua, maíz dulce. Y tenemos 5 variedades de porotos que se alternan con las plantaciones de maíz para lograr un efecto cortina en cada línea de siembra. Se separan las variedades de poroto por la polinización de las abejas, los bichitos son de ayuda en la producción agroecológica: si no hay cortina, se van a polinizar mucho las plantas y los porotos cambian de color”, explica.

 

El cuarto de hectárea que hoy tiene destinado a la producción autosustentable funciona como una granja para recibir a los niños de las escuelas de la y al ecoturismo rural. Los viajeros llegan a la  zona para recorrer el circuito de cerros. La ciudad  que en diaguita significa «pueblo de entrada espléndida» tiene mucha historia, cultura y tradición ancestral.  Los mismos dueños de los alojamientos y cabañas son quienes recomiendan pasar por «La casa de Ángela»: “Acá dicen que si no pasaron por lo de Ángela, no conocieron Tafí. No cobramos entrada, lo dejamos a conciencia de los turistas y  la mayoría termina comprando algo de la huerta o conservas. Y resulta una ayuda muy valiosa para seguir. Pero si no lo hacen, no hay dolor. Sabemos que para comer no nos va a faltar. Aquí se pone el cuerpo, el trabajo de nuestras manos que es nuestra fuerza”.

 

Ella continúa explicando que  “los recuerdos  no son siempre lindos, se ha vivido trabajando mucho. Hemos sido gente excluida del sistema, pero a su vez nos integramos en armonía con la vida, con la tierra, con el agua, con el aire: somos parte del universo y damos gracias por eso”.

 

Ángela se hizo conocida por la entrevista que le realizó un influencer español que recorre el mundo en motocicleta. El video  titulado “La Tribu Orgánica” se hizo viral por la forma en que ella muestra la naturaleza que la rodea.  Verla en su ambiente cantar, sonreír y hablar sin ningún guión hizo que las personas reconozcan  la dulzura que transmite. Sus primitivos saberes son tan grandes como su sonrisa.

 

Con perspicacia concluye: “tenemos mucho por agradecer a la Pacha: la humanidad hizo un viaje a lo nuevo y se dio cuenta que no le hacía bien; entonces volvió a lo seguro, a lo primitivo. Aquí no falta nada: tengo tranquilidad,  nietos y las hijas, somos felices: ya logré lo que aspiraba,  criar a las chiquitas y poder mandarlas a estudiar. Ahora es solo cuestión de vivir”.

 

Contactos «La casa de Ángela»

Tafí del Valle, Tucumán.

Instagram: angela_romano.tdv

Mónica Gómez

 

 

 

 

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