Las proyecciones sobre el tipo de cambio y la inflación en Argentina hacia 2026 siguen ocupando un lugar central en los análisis económicos. Con el calendario electoral despejado y a la espera de leyes clave en el Congreso, las expectativas sobre estos indicadores económicos se ajustan, reflejando tanto la incertidumbre política como las expectativas de reformas bajo el nuevo gobierno de Javier Milei.
Dólar: ¿Estabilidad o Devaluación?
Uno de los aspectos más observados es el comportamiento del tipo de cambio. Según el informe de LatinFocus, la proyección consensuada para el dólar oficial a finales de 2026 es de $1.746, con una estimación de $1.947 para 2027. Estas cifras reflejan una corrección a la baja respecto a los relevamientos previos, lo que sugiere que la moneda local podría experimentar un repunte temporal, aunque los analistas anticipan que hacia fines de 2026 el dólar podría volver a depreciarse.
En el mercado paralelo, conocido como «blue», la cotización se ubicó en $1.435 hacia finales de noviembre, marcando una apreciación frente al mes anterior. Esta tendencia positiva se atribuye a la calma generada por las elecciones y a las señales de confianza emanadas del gobierno de Milei. Sin embargo, la volatilidad de la moneda sigue siendo un factor a considerar, ya que muchos expertos aseguran que el tipo de cambio podría experimentar ajustes en el futuro cercano.
Consultoras como Oxford Economics proyectan un dólar a $2.020 para diciembre de 2026, mientras que MAPFRE Economics estima $2.141. Las previsiones de otras firmas locales como Ecolatina ($1.800) y Empiria Consultores ($1.825) también señalan que el tipo de cambio oficial continuará con variaciones, reflejando la incertidumbre económica.
Inflación: Proyecciones de Moderación
En cuanto a la inflación, los analistas coinciden en que la tendencia hacia la desaceleración será gradual. LatinFocus ajustó sus previsiones para 2026, ubicando la inflación en 23,9% para el año, una mejora respecto al informe anterior. Para 2027, la proyección es que la inflación se reduzca aún más, alcanzando el 15%.
A pesar de las señales de estabilidad, los expertos siguen siendo cautelosos. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central estima una inflación de 16,8% para diciembre de 2026, un valor que refleja una mejora moderada, aunque aún lejos de los niveles deseados. La inflación se mantendrá como un desafío clave en el corto y mediano plazo, con la política monetaria jugando un papel decisivo en su contención.
Crecimiento Económico: Señales de Estabilidad
En cuanto al crecimiento, el Banco Mundial ajustó sus previsiones para 2025, estimando una expansión del 4,6% del Producto Bruto Interno (PBI), por debajo de su estimación previa de 5,5%. Para 2026, el organismo espera que el crecimiento se desacelere al 4%, aunque se destaca que Argentina sigue siendo uno de los países con mayor crecimiento estimado en la región.
El informe del Banco Mundial subraya que, a pesar de los desafíos, ya se observan señales de mejora en el consumo y la inversión, respaldadas por las primeras medidas del plan de estabilización del gobierno de Milei. Este proceso también ha generado un superávit fiscal y una reducción de la inflación, lo que podría ayudar a sentar las bases de una recuperación más sostenida.
El Factor Confianza
Un aspecto fundamental para el futuro económico de Argentina será la confianza en las reformas estructurales propuestas por Milei. Según el presidente, la política monetaria tiene un rezago de 18 a 24 meses, lo que significa que los efectos de las medidas implementadas hasta ahora se comenzarán a sentir con mayor claridad a mitad de 2026. Con este marco, las expectativas para la inflación podrían mejorar y, eventualmente, permitir una recuperación económica más estable.
Las proyecciones económicas para 2026 presentan un panorama mixto: aunque la inflación y el tipo de cambio muestran señales de moderación, el crecimiento sigue siendo incierto. Lo que es claro es que el año 2026 será decisivo para el rumbo de la economía argentina, con la capacidad del gobierno para implementar reformas estructurales siendo un factor clave en la construcción de un futuro más estable.





