Por Juan Manuel Jara
Los últimos días de 2025 serán con temperatura elevada y ánimos caldeados. Motivos varios. Uno, la sesión de presupuesto. Otro, se confirmó que habrá paro de trabajadores municipales a partir del mediodía del próximo lunes 29 convocado por el sindicato ATE.
El reclamo no atendido es multiple: los 8 puntos de deuda, la entrega pendiente de ropa de trabajo, el pago del sueldo recién el 5 de enero y la horas extras adeudadas del mes noviembre. En los últimos días hubo algunas reuniones pero no definiciones ni acuerdo. La gota que rebalsó el vaso fue cuando este viernes se conoció que se pagó el aguinaldo a funcionarios y concejales. Un muestra más de nulo timming político de esta gestión, una falencia que ya está en carne viva. Y parece no importarle.
Vecinos habrán notado que la bolsa de basura que sacaron el viernes aun está en los canastos. Eso fue porque esa tarde, conocidas las noticias que, por un lado, los sueldos iban a depositarse entre el 5 y el 6 de enero y, sumado a eso, el pago de aguinaldo efectuado a funcionarios, el personal de recolección del turno noche decidió no salir a trabajar. Según fuentes consultadas no fue una medida gremial sino una espontánea de trabajadores del sector, que decidieron no ir “aunque les pongan falta”.
La bronca viene ante la inminencia del fin de año, con deuda de horas extra y el sueldo a cobrar recién en Reyes, lo cual es una falta de tacto muy marcado. Los sueldos de los trabajadores municipales estan bastante lejos del de los funcionarios y concejales. Esas horas extra adeudadas, para muchos, pueden significar un pasar un fin de año un poco mejor. La mayoría de los secretarios y directores no solo tienen sueldos de 7 cifras (incluidas bonificaciones) sino que además tienen otra entrada de la parte privada. En un municipio en un rojo furioso el gesto de la planta política sigue sin aparecer. El esfuerzo evidentemente siempre se le pide, exige o se le impone a los empleados y a los vecinos.
La medida de fuerza fue convocada por ATE. Los otros dos gremios municipales mantienen su postura evidente de silencio y dócilidad, la misma que viene mostrando desde hace ya varios meses. No cruzan el Rubicón pero, llegado el caso, disfrutan de los logros obtenidos sin haber sacado la espada. Una postura cómoda que ya queda muy expuesta y con la pérdida de representación entre los trabajadores municipales como consecuencia lógica.
Un lunes con paro y con una sesión de Mayores Contribuyentes y de Presupuesto que promete ser movida y convocante, como la pasada. Parece que el oficialismo quiere dar marcha atrás con lo que acordó el lunes pasado. Estarían «arrepentidos» por el voto de la excepción de pago de tasa vial a productores afectados por el agua. En estos días, concejales y algún que otro funcionario, andan desesperados llamando para tratar de convencer a otros ediles de la situación. El motivo del arrepentimiento? El ya clásico, y cada vez más agotado, “se desfinancia al Municipio”. Pintoresco por donde se lo mire. Porque son los mismos concejales que acordaron esa medida el lunes pasado, cierto? O no estuvieron presentes? No estudian lo que van a tratar en la sesión? No se consultan, evalúan, antes de dar un “sí” o levantar la mano?Evidentemente, la respuesta es “NO”. Lo cual pone en duda la capacidad para estar en esos puestos y, lo que venimos mencionando, la ausencia absoluta de una mente política en serio. Hay alguna por ahi asesorando, pero no le da el pinet, claramente.
El argumento del “No se puede desfinanciar al Municipio” a esta altura ya es una falacia. Es el mismo Municipio, la misma gestión, que no da un gesto desde la austeridad politica, con una administración en rojo (un rojo que en parte es heredado, pero no sale a desmarcarse…¿por qué?), la que mantiene una estructura “mamotrética”, con pésimos servicios, poca gestión y una planta politica con sueldos de siete cifras y empleados con sueldos de 6. Esa gestión es la que pide que la fiesta de la incapacidad administrativa la pague el vecino con el aumento de tasas y el empleado. Es un ludópata que sigue pidiendo plata. Un deudor empedernido que sigue gastando. Alguien tiene que ponerle un freno. Porque el final puede ser muy malo…para todos.





