(Por Mónica Gómez)
De la mano de otra como yo, me levanté. Ella, con las mismas dudas, miedos y enfrentándose a desafíos similares a los míos, me extendió su fuerza. Derivando juicios se acerca a mí, compartió su valor y juntas en el instante en que me puse de pie, comenzamos a andar al mismo paso. Tomé coraje de verla, sentí que se necesitaba una solo chispa de fe para emprender, la certeza en su mano tenía esa garantía. Comenzamos a creer en nosotras, que éramos capaces de hacer lo que con decisión nos proponíamos llevar adelante. Teníamos la convicción que, así como la una a la otra nos había dado el impulso, podíamos continuar el envión para muchas. Perdámosle el miedo a la otra, el miedo a nosotras, el miedo a lo que juntas podemos lograr porque es más liviano el andar, cuando extendemos nuevamente nuestras manos y se suman valientes a la par.
Norma Isabel Noll es una de las tres mujeres que trabajan en la Cooperativa Agropecuaria Las Mercedes en la Localidad de San Vicente, Provincia de Misiones. Este establecimiento, que cuenta con una historia de larga data, es una de las cooperativas de la cuenca lechera provincial y es en donde las 28 familias que se desarrollan en la actividad del tambo, proporcionan su producción con el fin de elaborar quesos y derivados para la posterior comercialización en la zona. El desarrollo de este proyecto es en principio para cubrir las demandas en la localidad de San Vicente y otras zonas aledañas. Aun así, el abastecimiento es en función de la producción que hay, y en concordancia con eso, la fabricación de los quesos todavía está en proceso de crecimiento. En este sentido la cooperativa busca la participación de los colonos, pequeños productores que son hijos de los primeros ciudadanos en establecerse en esas tierras, impulsando la inserción o conversión de aquellos que antiguamente se dedicaban a un monocultivo. Evidenciando todo lo satisfactorio que se gesta desde la horticultura Comercial y el tambo. Acompañándolos desde el comienzo con las mejoras de pasturas para los animales, guiando los procesos industriales, fomentando la realización de mejoras en sus infraestructuras y brindando capacitaciones con ingenieros en alimentos, con el fin de asegurar productos sanos a los consumidores. Estas son las bases del trabajo en conjunto que se realiza con la colaboración por parte de distintas organizaciones gubernamentales para la reactivación de la cuenca lechera provincial. Se aborda la cadena completa de manera integral, buscará aumentar su productividad forjando un trabajo que mejore los ingresos de los productores, el abastecimiento de los misioneros y a su vez que contribuya a la mejora de la calidad socio-ambiental.
La leche, recolectada en cada una de las chacras llega al establecimiento que está sobre la ruta Tres, en San Vicente, para dar inicio al proceso de producción de los quesos. Allí se encuentran Norma y Sandra Schive, que son las maestras queseras encargadas de la elaboración de los quesos semiduros, cremosos y ricota. Juntas, con la ayuda de Mirta Gómez elaboran desde ya hace ochos años, toda la materia prima que forja esta cooperativa. Norma está desde los inicios de esta nueva estructuración, en la que contaban con tan solo diez colonos, y en donde ella y su esposo salían en sus vehículos particulares a recoger la leche y posteriormente a distribuir los quesos para la venta. Todo desde el comienzo fue con sacrificio y tenacidad, ella nacida en El Soberbio se hizo camino en busca de su realización personal y poco a poco fue perfeccionándose para hoy sentirse con la capacidad de responder con responsabilidad a esta tarea. Son un grupo de mujeres de una edad promedio de 32 años, jóvenes, madres, trabajadoras, tienen familias, tierra, herramientas y son capaces de consolidarse la una a la otra con Ímpetu, fortaleza y resistencia porque tienen la convicción de que, de la mano de las mujeres en el mundo, se gesta un cambio.
La receta de hoy es ideal para los amantes de los quesos.
Ravioles de ricota y nuez
Ingredientes:
Para la masa
- 500 g de harina
- 1 cdita. de sal
- 5 huevos
Para el relleno
- 500 g de ricota
- 200 g de nueces
- 150 g de queso parmesano
- 2 cdas. de aceite de oliva
- Sal y pimienta, c/n
- Nuez moscada, a gusto
- 250 g de queso mozzarella
Preparación:
Para la masa, hacer un volcán con la harina y la sal, poner los huevos en el centro, romper la liga y tomar la masa incorporando poco a poco los secos al líquido. Hacer el bollo y dejar descansar. Dividir la masa en 4, enharinar bien y estirar con la máquina de pastas hasta conseguir láminas de 0,5 cm de grosor. Reservar. Para el relleno, desgranar la ricota en un bol y añadir el queso rallado, las nueces picadas, los condimentos, mezclar bien e incorporar el aceite. Reservar en heladera. Extender las tiras de masa y poner cucharadas separadas del relleno frío con un cubo de mozzarella. Pincelar con agua alrededor del relleno y cubrir con otra tira de masa. Presionar los bordes de cada raviol y cortarlos con la rueda dentada. Cocinarlos en agua hirviendo con sal por 4 a 5 minutos o hasta que suban a la superficie. Retirar con espumadera y servir calientes, rociados con un chorro de aceite, mucho queso rallado para que no se peguen y nueces cortadas.
