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Nueve de Julio
viernes, 19 abril, 2024

De turno

(Por Juan Manuel Jara)

Sacudida por una seguidilla de hechos, la localidad de Quiroga parece no tener paz. Servicios que se limitan o se cortan, problemas con aroma a política para el Delegado y una Comunidad que se siente alejada y desoída. ¿Qué pasa en la Cataluña del Partido de 9 de Julio?

 

                Se escucha decir que Quiroga está lejos. Y sí, está lejos. Pero depende de cuál sea el punto de referencia. De la ciudad cabecera del Partido, está lejos. También de tener un poco de paz. Pero de los problemas está ahí nomas. Es más, parece que está de turno. Y no hay cordón cuneta, asfalto, ni luminaria que compensen esa falta de interés que perciben los quiroguenses. Y sabemos que el quiroguense se hace sentir.        

                Veamos. Hace un par de años el pueblo se levantó por una serie de robos que ocurrían cada vez que había algún festejo. Meses atrás, el servicio de correo disminuyó a solo tres días por semana. El jueves pasado se enteraron que la oficina local de ARBA cierra sus puertas. Y como si esto fuera poco, un supuesto acoso laboral puso al delegado Oscar Carretero en una suerte de suspensión crionizada, nunca aclarada si forzada o voluntaria, durante casi 30 días hasta que el viernes pasado retomó su cargo. Pero tres días después, ese hecho se transformó en una denuncia por acoso sexual. Y para colmo en diciembre se quedaron sin el tradicional Rock al Campo … Cartón lleno.

                Si Quiroga se siente lejos y desprotegida del resto del Partido, los hechos mencionados y también la respuesta tibia del Gobierno Municipal no hacen más que incentivar ese deseo, medio en broma, medio en serio, de ser la Cataluña del Partido, y clamar por su independencia.

                La pregunta es si hay algo más detrás de esta denuncia contra el delegado. Carretero lleva dieciséis años seguidos en el cargo y es un hecho que goza de la aprobación y el cariño, dato no menor, de la mayoría de los vecinos. De ideología peronista, esta suerte de Gilgamesh político, a lo largo de su gestión supo tener la cintura para hacerse fuerte independientemente del intendente de turno.

Transitaba su anunciado último período al frente de la delegación quiroguense cuando hace un mes, Marisa Saavedra, empleada de la delegación, lo denunció por ‘acoso laboral’ y “mal trato”, por un supuesto incidente en el lugar de trabajo.

                Después de esto, el Municipio trasladó a Saavedra al museo de la localidad y Carretero entró en licencia sin goce de sueldo por tiempo indeterminado, algo que no está claro si fue voluntario o aconsejado por funcionarios municipales, hecho que da para variadas lecturas y conjeturas, una de las cuales como bien puso Carlos Graziolo en su mensuario “La Ventana” en la edición de febrero “está claro que le han soltado la mano…contradiciendo el axioma que dice que nadie es culpable hasta que se pruebe lo contrario”. Extraño, porque es el mismo gobierno que tiene dos funcionarios que tuvieron denuncias penales (el Secretario de Obras Públicas Ricardo Merlo y la Jueza de Faltas Florencia Valinoti) a los cuales, a diferencia con el incidente Carretero, se los mantuvo en sus respectivos cargos.

                Desde el principio fue llamativa la amplia variedad de muestras de apoyo hacia Carretero. Quiroga pedía una respuesta. El viernes pasado el delegado quiroguense volvió a su puesto. Pero la tranquilidad duró lo mismo que un hechizo de aprendiz de brujo: el lunes siguiente, Marisa Saavedra hizo una nueva denuncia en la comisaría de la mujer, esta vez por “acoso sexual”.

                Aparecen las preguntas: ¿qué cambió en un mes? ¿Por qué no la hizo de entrada? Lo cierto es que resulta todo por lo menos raro. Incluso llama la atención el clamor popular en defensa de su delegado y el poco apoyo hacia la denunciante. Porque si algo está claro en esta situación es el gran apoyo que tiene Carretero en la vecindad quiroguense mas allá de los colores políticos. Sobre todo en estos tiempos donde el tema de la violencia de género está a flor de piel y en general se tiende a solidarizarse con la denunciante de un acto sin dudas repudiable. 

                Quiroga habla y da que hablar. Rumores, trascendidos. Y la política, claro, no se puede dejar de mirar de reojo. En las calles, no solo de esa localidad, sino de la céntricas en la ciudad cabecera, algunos hablan de teorías conspirativas que si se acercan a la realidad serían dignas de un capítulo de “House of Cards” pero de cabotaje, con protagonistas de cuarta, duros como una piedra.  

                Un dato que el tiempo mostrará su valor: el día de su reincorporación, Carretero dijo que se iba a presentar nuevamente en la próxima elección de delegados, lo cual puede interpretarse que con toda esta situación “le mojaron la oreja”. Los hechos y el pueblo muestran que no tiene rival. En las pasadas elecciones, Juan Carlos Silva, cercano al PRO y bendecido por Barroso en la localidad, no le hizo mella. Hoy Silva no sería del agrado del oficialismo (¿tendrá que ver un audio que se viralizó no solo por Quiroga sino que habría llegado al mismo teléfono del intendente y que algunos atribuyen al ex candidato a la delegación?). Los delegados no van “oficialmente” a una elección por un partido político…pero si hay uno “amigo”, mejor para el gobierno de turno. ¿Algo de esto habrá detrás del caso Carretero?

 

El cierre de Arba

 

                La noticia se conoció la semana pasada. Abril será el último mes que la oficina recaudadora provincial trabaje en Quiroga. Su único empleado, Gerardo Scarpino, no contento con la situación, será reubicado a varios kilómetros de distancia. O sea, a partir de mayo, trámites y pagos en la oficina de ARBA más cercana…a no menos de 50 kilómetros (con una mano en el corazón y la otra en el bolsillo: ¿harías esa distancia para pagar un impuesto?) Salvo que manejes internet, cosa que mucha gente aun no se lleva bien para hacer estas cosas on line. Seguramente la mente brillante que toma decisiones como esta conoce poco y nada de la realidad y el movimiento diario en pueblos como Quiroga. Así fomentan la “Leyenda del Excel” y que, al igual que con la inflación y los aumentos de tarifas, estos “cráneos” tienen poco contacto con la realidad, la que sucede en el mundo real, la del día a día.

                El vecindario esta alborotado, porque son muchos los que necesitan el contacto con un ser humano de carne y hueso a la hora de hacer algún trámite en esa dependencia provincial. Y el hecho de tener que recorrer varios kilómetros para hacerlo realmente habla de un sin sentido importante. Además, el recorte que también alcanza oficinas de ARBA en otras localidades de la provincia se hace, según se dijo, por cuestiones de ahorro de recursos. Bueno, muy bien. Pero la oficina de Quiroga no paga alquiler porque funciona en una dependencia de la propia delegación y el único costo es el sueldo del empleado, que de reubicarlo en otra ciudad va a generar más gasto del actual. Básico.  

                Como la decisión viene a nivel Gobernación, los quiroguenses esperan alguna gestión por parte del Intendente Barroso principalmente y, claro también, de los miembros del “Club del Subsidio”, los legisladores provinciales Silvestre, Vivani y la flamante senadora Malena Defunchio. Atentos: No vaya a ser que les cope la parada la diputada radical Vanessa Zuccari que, aunque pertenece al vecino Partido de Lincoln, es asidua visitante a la localidad en donde cursó estudios secundarios y, según parece, es bienvenida.

                Estos temas hacen grande el enojo de los quiroguenses que señalan a Marcelo Delgado, Coordinador de Delegaciones, por no resolver y al Intendente Barroso por no ir a Quiroga. Y es un pueblo que, como dijimos, si algo le molesta lo hace saber y se hace oír. Aunque esté lejos.

 

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