Trabajadores Estatales, profesionales de salud y judiciales en compañía de organizaciones sociales arrancan un acampe durará toda la semana en la Plaza San Martín de La Plata, frente a Gobernación, para debatir las partidas a determinarse por el Presupuesto bonaerense que ingresará este lunes.
Hasta el jueves realizarán charlas, debates y también presentarán sus propuestas sobre cómo debería conformarse la ley de Leyes «para mejorar las condiciones de vida de millones compatriotas que habitan el territorio bonaerense y que hoy la están pasando mal».
En el anteproyecto se estipula un aumento del 20% para los empleados públicos, y se prevé que la Provincia buscará endeudarse en alrededor de 100 mil millones de pesos. Por otro lado, se prevé un gasto general de 850 mil millones de pesos, mientras se esperan aumentos para el inmobiliario Urbano y Rural del 40%.
Por la eliminación del Fondo Sojero y la quita de subsidios nacionales, Vidal deberá hacerse cargos de unos 40 mil millones de pesos. Que sumado a las estimaciones de gastos para el 2019, se vislumbra un panorama desalentador para la Gobernadora.
«No sólo decimos no a un presupuesto de ajuste” aseguró Oscar de Isasi, quien piensa que se deben poner “líneas propositivas que deberían instrumentarse». «Nos oponemos a cualquier presupuesto que intente consolidar la desigualdad«, sumó.
Según el secretario general de ATE Provincia, el proyecto de Presupuesto tiene que abocarse a elevar los porcentajes de dinero para políticas sociales, educativas y sanitarias y, declarar la emergencia alimentaria.
“No podemos seguir sosteniendo un ajuste para los trabajadores y los sectores humildes. Desde la CTEP presentamos un proyecto para que las cooperativas puedan ser parte de la obra pública, lo que sería trabajo inmediato y empezaría a resolver parte de la pobreza en la argentina”, destacó Edgardo Jalil, de la CTEP.
Por último, Daniela Cohen, integrante del Frente de Organizaciones en Lucha, afirmó que “estamos organizadas en distintos barrios del país y del Conurbano, y cada vez se acercan más familias a los comedores en los barrios para conseguir comida y buscar trabajo”. “Frente a ello la respuesta del Estado es reducir las partidas destinadas a los sectores más desfavorecidos”, cerró.