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jueves, 25 abril, 2024

Un fin

(por MatiasIrigoin – [email protected])

 

 La Selección argentina perdió frente a Francia en los Octavos de Final y su participación en el Mundial llegó a su fin.

 

Se terminó todo aquello que soñamos, que anhelamos, que quisimos. El seleccionado francés terminó con nuestra ilusión en un partido en el que Argentina no supo mantener la ventaja.

 

Si buscás es seguro que vas a encontrar errores, el entrenador paró cuatro equipos distintos en cuatro partidos de un Mundial, algo que no recuerdo haber visto jamás en nuestra Selección. Jugamos con un nueve, sin un nueve, con doble cinco, sin doble cinco, con un arquero, con otro, con Pavón, sin Pavón, con Biglia y sin Biglia. Jugamos sin entrenador.

 

Sampaoli hizo todos los planteos tácticos mal, jugó con un doble cinco contra una Selección que no nos atacó durante todo el partido, Islandia, pero luego jugó sin doble cinco contra otra que sí nos atacó, Croacia, y ya sabemos cómo fue el resultado. Jugó los últimos partidos antes de la Copa del Mundo con Lo celso acompañando a Messi y luego no lo puso nunca, a Dybala lo llevó de vacaciones, a Biglia lo usó en un solo partido y para atacar, esperó a ponerlo a Pavón de titular hasta el último partido, en el que lo ubicó en la derecha para que tirara centros a un área vacía, porque jugamos sin nueve.

 

Yo sé que no es justo atribuirle las culpas a uno solo, el momento de nuestra Selección es el reflejo de lo que viene viviendo nuestro fútbol hace tiempo. Desde Grondona, el 38 a 38, la dirigencia de AFA, el periodismo y sus dos extremos: el de inventar y criticar absolutamente todo; y el de no criticar absolutamente nada; la clasificación a último momento en las Eliminatorias, las presiones en el armado de la lista de convocados, las lesiones, la relación jugadores y periodistas, jugadores e hinchas, e hinchas y periodistas. Todos estos detalles marcaban un solo final, el del fracaso.

 

Mentiría si diría que no hubo ilusión, que no se nos cruzó por la cabeza la posibilidad de volver a levantar esa copa tan preciada, pero todos los caminos conducían al mismo destino. Hoy se puede ver que hay muchas cosas que cambiar si no queremos repetir esto en Qatar.

 

Debemos cambiar todos: periodistas, hinchas, dirigentes y jugadores. Somos cuatro partes distintas, pero que conforman un todo. Todos representamos a nuestro país desde nuestro lugar y quisiera creer que todos queremos lo mismo. Los periodistas deben dejar de inventar falsas primicias, los hinchas deben utilizar la pasión debidamente, con esto me refiero a no usarla como excusa para ser violento, los dirigentes deben priorizar el objetivo futbolístico y no el político o económico, y los jugadores deben comprometerse y hacer lo que mejor hacen, jugar a la pelota.

 

Hay muchos jugadores que ya anunciaron que éste fue su último Mundial, habrá lugar para nuevas caras, nuevas ilusiones, nuevas ideas y nuevas historias, pero nada cambiará si seguimos los mismos pasos del pasado. Tenemos cuatro años para trabajar todas las partes y aspirar a un fin, el de alcanzar nuevamente la gloria en la Copa del Mundo.

 

 

 

 

 

 

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