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martes, 23 abril, 2024

SoS al Chaco

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El «Toro» Vadillo en uno de sus viajes.

Sigue la labor de «Ayuda Aborigen». El último domingo de diciembre, a pocos días de cerrarse el año, Alberto “El Toro” Vadillo realizó un balance de su labor solidaria frente al micrófono de FM Arco Iris. Un trabajo solidario que, desde hace más de 16 años, pretende asistir y salvar de la exclusión y del olvido a numerosas comunidades aborígenes del Chaco.

Durante el 2015 realizó tres viajes, (abril, agosto y diciembre) como siempre llevando alimentos, medicamentos, muebles, libros y todo tipo de ayudas.  “Estamos contentos porque las metas que nos fijamos año a año las vamos cumpliendo”, aseguró con su tono informal característico. “En abril arrancamos con la famosa pochoclera que compró Oscar (su hijo), para darle pochoclos a los chicos. ¡Era admirable como miraban sorprendidos cuando saltaban los pochoclos!… Después seguimos con el castillo inflable y con el circo (camión circo) y ahora en el viaje de diciembre, con 48 grados de calor, pudimos armar la placita que nos pidieron: con canchita de futbol, dos subibajas, tres calesitas, tobogán….y en el próximo viaje le llevaremos hamacas y tambores porque a los chicos les encanta jugar”.

Así se refería Alberto “El Toro” Vadillo a la placita que levantaron con sus propias manos los cientos de colaboradores que integran y acompañan en cada viaje a Ayuda Aborigen. Una placita que se  inauguró  a principios de diciembre de 2015 en Tres Isletas y en donde los niños aborígenes pudieron disfrutar de un espacio recreativo, debido a que existen aún lugares en aquellos territorios argentinos  en donde las espacios verdes son de uso exclusivo por y para “ los hombres blancos”. Una segregación racial incomprensible pero real que persiste aun hoy en pleno siglo XXI. “Al principio no podíamos hacer subir a los chicos porque tenían miedo…después no los podíamos sacar”, detalló así el asombro ante los desconocido de los infantes que no tardaron mucho en descubrir el divertimento.

Vadillo se mostró satisfecho también porque equiparon ya “14 escuelas que no tenían útiles, heladeras, cocinas ni computadoras. Estamos felices y cada vez con más ganas porque se sigue agregando más gente al grupo. En el último viaje se sumaron 20 mujeres de Carlos Casares que conformaron un grupo nuevo. Y tuvimos la suerte, fue el primer viaje en el que pudimos entregar entre dos y tres cajas de alimentos a los aborígenes del monte. Pudimos juntar más de 500 cajas de alimentos”.

Vadillo es la cara visible y el padre de Ayuda Aborigen, la ONG que se gestó tras varios años de su trabajo solidario en silencio. Y es secundado en esta labor por su hijo, Oscar (el eslabón principal en cuanto logística y coordinación general) a quien define como el “alma matter”.

Hoy cuenta con más de 20 delegaciones, 30 ciudades del país y con centenares de colaboradores incondicionales. Y cada vez “la familia solidaria” se agranda más. Durante sus declaraciones ante Alberto Ottonello en FM Arco Iris manifestó su asombro por las cantidades de donaciones que recibió de La Pampa, Entre Ríos, Corrientes y otros numerosos puntos del país. “Esto fue un proyecto que comenzó en familia y ahora es tan grande, que no lo parará nadie”, aseguró convencido Vadillo.

Y es cierto porque la ayuda que se despliega a través de estos distintos puntos del país es inmensa. Pero también lo son las necesidades y las demandas de los aborígenes del Chaco. Y cuyo  primer paso, fue de un solo hombre, de ademanes humildes, de compasión extrema y de mirada limpia: Alberto Vadillo. El  atesora en su experiencia de más de 16 años  miles de imágenes, y muchas más de sensaciones. Y que a veces intenta describir y comunicar para que quienes están ajenos a ese mundo, logren comprender al menos un grano de arena. “Cada vez nos adentramos más a lo que es el impenetrable chaqueño. Fuimos a una escuela en donde hacía 48 grados de calor…Yo estaba de zapatillas y solo pude hacer tres o cuatro pasos, y tuve que volver al camión porque me quemaban los pies…Y allí habían no solo niños sino adultos, mujeres y hombres  descalzos…Y esa tierra tenía una temperatura mínima de 60 grados…Ellos se queman tanto los pies que se les hace como una costra y después, no sienten más nada”, trata de describir al menos en parte la sufrida vida norteña.

Entre otras de las actividades solidarias que realiza en todo este tiempo Ayuda Aborigen, la entidad que comenzó con los osados viajes (y solitarios de Alberto Vadillo hace 17 años), se encuentran varias construcciones de pozos para que varias comunidades aborígenes cuenten con agua potable. Ahora la entidad está a la busqueda de un tanque de 500 litros para proveer de agua a los chicos que concurren a la plaza (donde cuentan con agua solo una hora por día) y de alambrado para cercarla.

Ayuda Aborigen debió sortear toda suerte de obstáculos y de presiones en sus diferentes viajes al Chaco en estas casi dos décadas. También de saqueos y hasta agresiones físicas a sus colaboradores. Pero su mentor no guarda resentimientos. Pero sí esperanzas en el gobierno actual de Mauricio Macri que prometió ayuda para las comunidades aborígenes. “El prometió una real ayuda a los pueblos originarios. Esperemos que esto se pueda realizar y que se maneje todo desde lo nacional, porque el peligro es que con la provincia no lleguen las ayudas al aborigen. Hoy la urgencia sería llevar micros sanitarios para recorrer el monte, llevar remedios y hacer especialmente el seguimiento de las criaturas que se están muriendo todas. De tres, cuatro casas, en algunos parajes se están muriendo todas las criaturas por desnutrición”.

“Tengo fe, tengo esperanza. Todos saben que la política a mí no me gusta pero quiero confiar”, enfatizó.

 

Vadillo no sólo tiene tranquilas la mirada y la palabra. También el alma y lo resume así: “Uno tiene la tranquilidad que todo esto empezó en familia y que ya es tan grande que falte quien falte, no lo parará nadie. Yo les digo a mis hijos que cuando desaparezca físicamente, que dupliquen los esfuerzos para que esto siga adelante. Es el mejor homenaje que me pueden hacer”.

 

 

 

El último viaje

El último viaje de Vadillo fue entre el sábado 5 y el lunes 7 de diciembre. Con dos camiones cargados de distintas mercancías y un micro repleto de colaboradores.

En esta ocasión los destinos fueron: Escuela 1074 Anexo Techat II; E.P. N°961 “Sarapi Francisco Soria”, Paraje Central Norte, Miraflores Chaco; Salita de Miraflores; Escuela de E.P. N°547, zona rural de Tres Isletas y E.G.B. N° 339 Manuel del Campo, Paraje el 28, Tres Isletas.

 

Contacto

Contacto Facebook: Ayuda Aborigen Argentina. Alberto Luis Vadillo / Celular: (02317) 15-536322. Coordinador de los grupos: Oscar Vadillo / Celular: (011) 15-6766-6773. E-mail: [email protected]

 

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Un poco de historia

Se dedicó al transporte de carga y al comercio, y desde hace 17 años inició sus tareas de colaboración con los aborígenes, luego de realizar tres viajes para una fundación de Lomas de Zamora en la que su hija Silvia se desempeñaba como voluntaria. Como los transportes pedían cifras que la fundación no podía pagar, Alberto se ofreció desinteresadamente a efectuar el traslado desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al departamento Rivadavia, en la provincia de Salta. Allí, conmovido por la situación, inició sus campañas solidarias. En un primer momento, organizó colectas en Nueve de Julio. Luego las extendió a ciudades y localidades vecinas y más tarde, a través de las redes sociales y en compañía de su hijo Oscar, las amplió a todo el país. A lo largo de estos 16 años, Alberto realizó decenas de viajes (alrededor de tres por año) hacia el Noroeste, para llevar mercadería, alimentos, ropa, medicamentos, equipamiento para escuelas, entre otras muchas cosas. Es para destacar que, una vez reunido el material en las distintas ciudades o localidades, Alberto viaja hacia esos destinos, para hacerse de dichos elementos y llevarlos hacia Nueve de Julio. Desde allí, y acompañado por un ómnibus con entusiastas acompañantes de toda la Argentina –tradición iniciada en 2007–, emprende sus viajes hacia el Noroeste. A lo largo de los años, Alberto se negó a recibir subsidios o ayudas de gobiernos, ya que no quiso mezclar sus acciones solidarias con cuestiones políticas. Asimismo, durante casi una década realizó sus colectas y viajes sin mayor difusión mediática que la de los medios locales de Nueve de Julio. No obstante, a partir de 2007, su quehacer tomó notoriedad, ya que en uno de sus viajes se sumó el periodista Mariano Cena, de la Agencia Télam, quien describió todo el periplo efectuado. Entonces se hicieron eco diarios de amplio alcance como Clarín y La Nación, canales como Telefé o radios como Continental o Provincia. Fue entonces que Ayuda Aborigen tomó otro impulso: un impulso que no se detiene ni deja de sumar una fuerza solidaria incontenible.

Fuente: http://ayudaaborigenarg.com.ar/

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