Con el lavado de pies durante la misa del Jueves Santo, el obispo diocesano, Monseñor Ariel Torrado Mosconi, convocó a los fieles a una profunda actitud de humildad y de servicio con los más vulnerables. “Hoy Jesús nos deja su principal testamento espiritual que es el mandamiento del amor… Nos enseña con él que el lugar de cada uno de nosotros y de la Iglesia en general no es otro que el de estar a los pies de los que sufren”, aseguró durante la misa con la que comienza la gran celebración de la Semana Santa que es el Triduo Pascual.
Como es tradicional para esta fecha, Mons. Torrado Mosconi lavó los pies de 12 miembros de la comunidad en la Iglesia Catedral de Nueve de Julio, recordando así la actitud que tuvo Cristo con sus discípulos durante la última cena. Este año, se convocaron para ello laicos miembros de grupos y movimientos cristianos de Nueve de Julio. “Con ese gesto de extrema humildad nos adelantó la entrega de su vida en la cruz – aclaró el prelado-. Que nuestra vida también cobre sentido en la entrega humilde al servicio de los hermanos, especialmente de los más pequeños y de los que sufren”.
Asimismo animó a los fieles a analizar “si viven realmente de rodillas en su vida cotidiana…Si no es así, entonces, pidamos justamente esa gracia a Dios, para que nos ayude a despojarnos del orgullo, de la soberbia, y del egoísmo y para que podamos ser capaces de vivir en plenitud con ese testamento espiritual que él nos dejó durante su última cena”.
Por eso exhortó a “a vivir y aplicar esta gracia en cada instante de sus vidas”, única gracia posible que lleva al hombre “a la verdadera felicidad”.
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