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sábado, 20 abril, 2024

La reconquista de Montalbano

Feliz como nunca, el director nuevejuliense disfruta de dar a luz a su nueva película “No llores por mí, Inglaterra”. Un gran elenco, una historia singular y divertida que ya capta la atención de la prensa internacional.

(Por  Juan Manuel Jara)

 

                Terminó el rodaje, la etapa más difícil, la que usualmente Néstor Montalbano vive más intensamente. Fueron siete las semanas de filmación, en Uruguay y en nuestro país, con pocas horas de sueño.  Ahora es momento de entrar a la sala de edición, más relajado y distendido. “Va a ser una película con mucha postproducción, pero es la etapa en que uno empieza a ver la carita que va teniendo tu hijo”, afirma el director nuevejuliense.

                Hijo que ya tiene nombre, “No llores por mí Inglaterra”, una historia surgida casi de un juego entre Néstor y Guillermo Hough. Ambientada en la colonia, en las invasiones inglesas que se definen, no con aceite caliente, sino con un partido de fútbol, que se juega en la plaza de toros.

                SEMANARIO EXTRA: ¿Contento con el material que te dejó el rodaje?

                NESTOR MONTALBANO: La sensación de lo que tenemos es muy buena. La cuestión de llevar el futbol a la colonia, con los próceres hablando de fútbol, es muy gracioso. No reviso las cosas hoy en día, no me produce ansiedad. Esta historia  la tenía tan masticada que la hice de forma muy madura. Yo creo que por la puesta en escena  a una película histórica argentina la paso por arriba. El desafío es justamente la recreación de época, encontrar las locaciones que lo permitan y el resto, el partido final por ejemplo, se recrea en postproducción.

                Se lo escucha, feliz y confiado. Montalbano cuenta que el rodaje transitó de manera tranquila, sin contratiempos. Incluso el clima acompañó cada jornada con lo necesario, ningún retraso.  “Los otros días le decía a (Guillermo) Hough, coautor de la historia, que teníamos que estar orgullosos por una idea que se nos ocurrió casi al pasar y le dimos trabajo a 1500 personas durante 5 meses. A este guión yo lo tenía en un baúl. Hubo una chance previa con un productor alemán que quería producirla, y al tipo se le vino abajo porque los ingleses le dijeron que no iba a venderse”, cuenta el director. Y agrega que “Guillermo Hough mandó el guión al concurso británico “Euro script” y fueron ellos mismo, los ingleses, los que incentivaron a seguir adelante porque iba a andar bien. Eso me envalentonó, y salí a buscar inversores. No sé si hay tantas películas históricas argentinas que fueron encaradas así. “No llores por mí, Inglaterra” no trata el tema político porque es una ficción. Algo pasa con la película, de hecho me llaman por notas de medios no solo locales sino internacionales. La idea es estrenarla antes del Mundial de Rusia, pero esta difícil. Si no, será para después del campeonato del mundo”.

                El casting, el elenco. Elecciones que pueden definir el destino de una película.  Montalbano sabe que es algo clave. Y en “No llores por mí, Inglaterra” lo cuidó al detalle.

                SE: Contame del casting. ¿Cómo los elegiste?

                NM: El casting es una de las etapas más difíciles. Podés pegarla o no. Necesitaba un actor equilibrado para Manolete, el protagonista, porque te lleva en un recorrido por los personajes de la colonia. Por eso lo elegí a Gonzalo Heredia, que es un actor conocido de la tv, y uno le da la posibilidad de estar en el cine. Sus ojos y su sonrisa es lo que valoré. Es un pibe lindo, pero no voy por eso, es carismático y por lo que vi estoy muy contento con eso. Esta Diego Capusotto, que es un amigo, pero no por eso sino porque había un papel que iba justo para él. Por más amigo que sea, jamás le voy a pedir un favor a Capussotto. Si veo que no tiene el papel adecuado, no lo llamo. Acá el hace de Director Técnico, una mezcla de un Sampaoli nervioso y un intelectual como Bielsa. También esta Mike Amigorena que hace de William Beresford,  y está muy bien logrado en lo físico y en cómo se expresa, por la modulación. Matías Martin es el “buchón” de Beresford. Tenemos dos ex jugadores,  José Chatruc que hace de un indio chaqueño que termina siendo el Messi del equipo local. Y Fernando Cavenaghi, que es el 10 inglés. Fernando Lúpiz es Liniers y aportó además el tema de espadeo y la esgrima. Después están Mirta Busnelli, Roberto Carnaghi, Luciano Cáceres, Evelina Cabrera, futbolista y hace de una jugadora , y Laura Fidalgo, por una amistad y porque es una actriz no convencional y sabía que le podía sacar algo a ella.   Nunca me caso con nadie, uno busca una empatía entre el personaje y el actor. Así es el casting.

                Néstor se entusiasma cuando habla de su nuevo trabajo. Y eso que aun no está terminado. “Yo filmé una buena película, pero la tengo que finalizar y ese es el proceso que estoy encarando ahora. En tres semanas tengo el primer corte, pero después pasa a post producción que va a llevar hasta abril y después vuelve a la isla (de edición) para hacer ya si el corte final”, afirma Néstor.

                Parte de esa tranquilidad con la que viene transitando este desafío tiene que ver con que en esta ocasión pudo centrarse en lo artístico gracias al apoyo de otro nuevejuliense, Esteban Pichetto, que lo cuidó mucho, porque con su Productora administró la película. “Un proyecto muy grande que no cualquier Productora puede bancar. Así que me saco el sombrero por Pichetto”, agradece Montalbano.

                Con un proyecto así, grande y ambicioso, también fue necesario un equipo técnico que dé la talla. Por ejemplo, el camarógrafo fue Miguel Carma, el mismo de “El Secreto de sus Ojos”. El director de fotografía fue Sebastián Pereira, puesto importante ya que es el nexo entre la visión del director y el espectador , y al que Montalbano describe como ”un puntano que en el set pinta, no ilumina”. Pereira es lo único positivo que Néstor se trajo de la fallida película de 2005 “5ta a fondo”, proyecto trunco por la “borrada” de un productor impresentable.  “Trabajo con Sebastián desde hace mucho. Conseguimos cosas muy novedosas. Logró una fotografía muy buena. La iluminación en esta “peli” era crucial” explica satisfecho el nuevejuliense.

                Datos que pintan la envergadura de esta película. Como el vestuario, que se trajo todo de España. “Nada es cotillón, el botón es de 1806”, explica Néstor y resalta el trabajo de Marcela Vilarino, la encargada del rubro, que fueron tres mil las prendas de vestuario que se usaron y que ya están de vuelta en la Madre Patria. Renata Montalbano, hija del director, se desempeñó como asistente de vestuario, tarea que diariamente implicaba no menos de 20 minutos para vestir a cada a cada uno.

                SE: Se te nota muy entusiasmado.

                NM: Estoy agradecido a la vida. No esperaba esta oportunidad. Fue un filme muy feliz para mí porque en rodaje soy complicado con mi carácter, pero esta  “peli” es una bendición, no pasó nada raro y el clima que necesitaba siempre estuvo. Ahora quiero tener una buena película, y después se verá.

                SE: Supongo que tendrá el toque Montalbano.

                NM: Por supuesto, el toque Montalbano va a estar. Y habrá personajes nuevejulienses que se van a poder ver reflejados en la película.

               

 

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