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viernes, 29 marzo, 2024

Consejos para entender la “letra chica” del contrato de seguro

Los diferentes tipos de seguros, pueden clasificarse en dos grandes grupos: los seguros de personas y los seguros contra daños.

A la hora de contratar un seguro, el cliente puede intimidado por el contrato, pues suele tener un gran caudal de información que no siempre se comprende, es la llamada “letra chica” del contrato de póliza de seguro, que puede traer sorpresas en el futuro, al desconocerse las implicancias de esas pautas que se acuerdan al firmar el documento.
En primer lugar, el contrato de seguro o póliza debe contemplar algunos datos básicos, como los nombres y domicilios de las partes. Deben incluirse todos los datos del tomador, entre otros datos personales. Debe figurar además el domicilio habitual para poder ser contactado con rapidez, en caso de ser necesario. Es importante que quede sentado la fecha de matriculación y otros datos del vehículo.
También deben mencionarse el interés o la persona asegurada, los riesgos asumidos, el momento desde el cual comienza a correr la cobertura y el plazo. Es fundamental especificar la vigencia del contrato, así como la fecha de caducidad del contrato y de vencimiento de la póliza.
El contrato señala además la prima y la forma de pago, especificando si se contempla el fraccionamiento del pago, y la suma asegurada. Finalmente, deben aclararse las condiciones generales del contrato.
Así, las pólizas tienen dos partes. En la primera se insertan las cláusulas particulares del contrato, mientras que en la segunda figuran las condiciones generales del seguro.
El contrato de seguro obliga al asegurador, mediante el cobro de una prima, a resarcir de un daño o a pagar una suma de dinero si ocurriese la eventualidad prevista en el documento. Salvo prohibición expresa por ley, pueden contemplarse como objeto del seguro, toda clase de riesgos.
La póliza es el instrumento escrito en el cual constan las condiciones del contrato. Es el principal documento del contrato de seguro, en donde se dan cuenta de los derechos y obligaciones de las partes.
Es importante leer todas las cláusulas de una póliza con atención antes de firmar, para realizar cualquier reclamo o modificación que corresponda. Es importante tener presente, como mínimo, la fecha y modo para llevar a cabo la renovación del contrato o las condiciones de rescisión del contrato, también como hacer efectivo la suscripción del contrato del seguro y, de igual modo, la cotización del seguro.
Cabe señalar que otra de las obligaciones que tiene el contratante una vez firmada la póliza es denunciar el siniestro dentro de los tres días de ocurrido, probando los daños que ha sufrido y facilitando la verificación por parte del asegurador, de los hechos y los perjuicios ocasionados. Establecer la culpabilidad de un siniestro, permitirá que corra o no la cobertura aseguradora.
El contrato indicará también forma de pago, importe, mensualidades y otras características relativas al pago, que dependen del tipo de seguro, de contrato y de las condiciones ofrecidas por la compañía.
El contrato de seguro establece además las mensualidades, y si existen flexibilidades en el pago de la prima, esto es, que se permite fraccionarla en pagos mensuales, trimestrales o semestrales.
En ocasiones, esta facilidad puede significar un incremento en el precio final. Conviene consultar este aspecto, para poder tomar una decisión informada en cuanto a la forma de pago..

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